Política

Kenia: Kibaki y Odinga firman un acuerdo para salir de la crisis

El presidente keniano, Mwai Kibaki, y el líder opositor Raila Odinga firmaron el jueves un acuerdo para formar un gobierno de coalición, en el marco de las negociaciones para poner fin a una sangrienta crisis política que dejó 1.500 muertos, comprobó una periodista de la AFP.

Los dos dirigentes kenianos rivales, sentados uno junto al otro, ratificaron un documento de varias páginas durante una ceremonia pública en Nairobi, en presencia del mediador de la Unión Africana (UA) y ex secretario de la ONU, Kofi Annan, y del presidente de la UA, Jakaya Kikwete.

Kibaki y Odinga, visiblemente emocionados, se estrecharon luego la mano en medio de los aplausos, antes de posar para los fotógrafos.

"Estoy feliz de que hayamos firmado un acuerdo que marca el éxito de las discusiones", declaró Kibaki. "Cada uno tiene su lugar en Kenia si valoramos la paz y la tolerancia", añadió.

Poco antes, Annan había anunciado que el gobierno y la oposición habían alcanzado un "acuerdo de (gobierno) de coalición" para intentar salir de la crisis que golpea al país desde fines de diciembre, la peor desde la independencia de Kenia en 1963.

El acuerdo para la formación de un gobierno de coalición prevé la creación del cargo de primer ministro, anunció al término de la ceremonia Kofi Annan, que inició su mediación en Kenia el 29 de enero pasado.

Ese primer ministro, cargo hasta ahora inexistente en Kenia, que debería ocupar la oposición, deberá ser un "miembro del Parlamento", indicó Annan.

El mediador precisó que el Parlamento se reunirá lo antes posible para ratificar el acuerdo.

Las negociaicones entre ambas partes sobre la función del primer ministro se complicaron en los últimos días entre los equipos de negociadores. A raíz de ello, Annan suspendió el martes las conversaciones y apeló a la "responsabilidad directa" de Kibaki y Odinga.

Ya desde principios de la semana, la comunidad internacional había acentuado la presión sobre los dirigentes kenianos.

En ese contexto, la secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice, consideró el martes que "no hay ninguna excusa para un nuevo atraso" para poner fin a la violencia y advirtió que Estados Unidos podría tomar "medidas" si los dirigentes kenianos no actuaban de forma razonable.

En Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exhortó el miércoles "con firmeza a las partes a entablar un proceso nacional de diálogo y reconciliación sin demora" para salir de la crisis.

El detonante de la crisis fue el rechazo de Odinga a los resultados de las elecciones presidenciales del 27 de diciembre que dieron el triunfo a Kibaki, acusándolo de fraude.

Más de 1.500 personas murieron en actos de violencia político-étnica posteriores a los comicios y una 300.000 personas debieron abandonar sus hogares, según la Cruz Roja keniana.

Señal de que la tensión persiste fueron los nuevos actos de violencia interétnica que se registraron la madrugada del jueves, durante los cuales murieron tres personas, según fuentes de la policía.

bur-lp-mc/pyj/gc/cam

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