Política

Análisis: Rubalcaba no arranca

Rubalcaba no ha logrado imponerse como líder en los sucesivos congresos regionales. El último: Galicia. Imagen: Archivo

Rubalcaba no arranca. Los resultados del 38 congreso no consolidan el liderazgo de un político que ve cómo, tras la foto de familia en Andalucía y el respaldo de los totem del partido, no traslada su predicamento en los sucesivos congreso del PSOE. La semana pasada fue Madrid, hoy el último varapalo le viene de Galicia.

El PSOE no levanta cabeza. Como era de prever, la victoria de Rubalcaba sobre Chacón en el 38º Congreso tranquilizó a los cuadros ya instalados en el partido pero no sólo no levantó expectación alguna en el exterior, en el conjunto de la opinión pública, sino que confirmó el continuismo patético de una organización que había perdido el contacto con la sociedad real y que experimentó por ello la defección súbita de 4,5 millones de electores.

Sin respuesta social a diferencia de Zapatero

No era difícil de entender que la confirmación a toda costa del responsable de semejante derrota había de ser interpretada como una obstinación en el error, como el empecinamiento de la estructura del partido en mantener una línea claramente rechazada por una gran mayoría.

Según un periódico digital de hoy, en Ferraz se recuerda con nostalgia que, cuando Zapatero accedió a la secretaría general, la intención de voto del partido, muy disminuido en aquel momento, subió súbitamente cinco puntos; ahora, como es lógico, la continuidad de Rubalcaba no ha tenido efecto alguno. De hecho, la reciente encuesta de ?El País? confirmaba la postración del PSOE en la sima en que se abocó el 20N.

El descontrol de las federaciones

Por añadidura, Rubalcaba no avanza en el control de las federaciones regionales que no le apoyaron en el Congreso: en Galicia, Patxi Vázquez acaba de ganar al candidato de Ferraz, al igual que Tomás Gómez en Madrid. Este próximo fin de semana, es probable que Alarte pierda contra el candidato de Leire Pajín, que es también el de Carme Chacón? En definitiva, las espadas siguen en alto, con la particularidad de que Rubalcaba no parece objetivamente capaz de levantar cabeza en la difícil tarea de oposición que le aguarda, en la que aparece lógicamente como responsable principal de los errores del pasado.

Larga travesía del desierto

La larga travesía del desierto que aguarda al PSOE no es plato de gusto, pero lo es todavía menos para quien no tiene que "hacer carrera", no ha de lucirse para conseguir que su imagen crezca y se potencie ya que tiene aspiraciones futuras. Rubalcaba no es obviamente el candidato socialista idóneo para las siguientes elecciones generales; más bien se incrementa cada día el desgaste que padece el personaje, que empieza a salirse por arriba del intervalo generacional en que se juega la política.

A la espera de los jóvenes

El año en curso es de una extrema complejidad, y no se entendería que el PSOE complicara el panorama con movimientos internos. Sin embargo, todo indica que en cuanto comience a verse una luz al final del túnel y el país dé los primeros pasos de la recuperación, los sectores socialistas jóvenes ya movilizados o todavía en pleno marasmo pero con conciencia de la situación darán señales de vida para llevar a cabo una renovación/regeneración que reconstruya una gran fuerza política que se encuentra hoy totalmente devastada.

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