Raúl Castro, quien asumió la presidencia de Cuba, tendrá el martes su primera prueba de fuego en política exterior, al recibir al "dos" del Vaticano, Tarcisio Bertone, luego de que la Iglesia le instara a hacer reformas graduales, pero con decisión.
"Con Fidel no, con Raúl mañana. A Fidel le hemos enviado nuestros votos de buena salud", declaró Bertone al ser consultado por la prensa sobre si reuniría con el convaleciente líder de 81 años.
Los obispos dijeron este lunes en un mensaje escrito que rezarán para que el nuevo Parlamento y Raúl "tengan la luz de lo Alto para llevar adelante con decisión esas medidas trascendentales que sabemos deben ser progresivas, pero que puedan comenzar a satisfacer desde ahora las ansias e inquietudes expresadas por los cubanos".
La exhortación se produce un día después de la elección de Raúl como presidente en reemplazo definitivo de su hermano Fidel y de otros miembros de la vieja guardia para puestos claves, acto en que pronunció un discurso en cual moderó las expectativas de reforma.
Bertone, quien celebra con su estancia los 10 años de la visita histórica visita de Juan Pablo II a Cuba, llega al Palacio de la Revolución para ver a Raúl tras un recorrido pastoral que los llevó a cuatro provincias, donde celebró tres misas al aire libre y un rosario.
"La Iglesia desea poder ampliar sin límites el radio de su acción a todos los ámbitos, para contribuir con tesón al bien común del pueblo cubano", dijo en La Habana, en una liturgia transmitida en vivo por la televisión nacional, y en presencia de altos funcionarios estatales.
El enviado papal dijo que la Iglesia quiere "estar cada vez mas presente y activa en medio de la sociedad" asistiendo al pobre y promoviendo la dignidad, "ya sean marginados, desplazados o encarcelados".
Raúl recibirá a un carismático y vigoroso cardenal, especialista en misiones delicadas, como negociar con la Rusia de Iglesia Ortodoxa o la China de Gobierno Comunista.
Pero Bertone no es un desconocido para Cuba. Este es su tercer viaje a la isla, aunque el primero como secretario de Estado y cardenal Camarlengo. En 2005, su más reciente visita, fue recibido por Fidel Castro y se prestó para se portador de una invitación a Benedicto XVI para visitar Cuba.
Ante el cuerpo diplomático extranjero, Bertone envió sus "deferentes saludos" a Fidel y sus "mejores votos" por salud, quebrantada hace 19 meses por una crisis intestinal que alejó del poder.
En sus mensajes para todos los oídos atentos del mundo, el cardenal dijo que "he encontrado gran disponibilidad al diálogo y la cooperación en los Gobernantes del país", lo que consideró "un positivo impulso a las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica en Cuba".
Esa circunstancia "permite mirar con serena esperanza la nueva etapa -ciertamente ardua y exigente- que Cuba se dispone a afrontar", añadió.
La reunión no deparará sorpresas para Raúl Castro ya que las demandas de Bertone ya fueron dadas a conocer este lunes durante una reunión del religioso con el canciller Felipe Pérez Roque.
Ante el canciller cubano, Bertone se refirió a la liberación de presos políticos, un pedido que le ha hecho la disidencia. El cardenal calificó de "positivas" recientes excarcelaciones, pero aclaró que no ha pedido amnistías.
Subrayó que el interés de la iglesia es dar y mejorar "asistencia espiritual" a todas las personas, e incluso a los reos. Una de las demandas de Iglesia es tener capellanes que oficien en las prisiones, en vez de la asistencia puntual permitida por el Gobierno.
Otros intereses históricos de la Iglesia como el acceso a los medios de comunicación y al sistema educacional, podrían formar parte de la agenda.
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