La liberación de cuatro presos políticos cubanos exiliados hace una semana en España es un paso "positivo", afirmó este lunes el número dos del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, pero aseguró que en su visita a Cuba no ha pedido amnistías, sino "gestos buenos".
"Las liberaciones de algunos presos son gestos positivos que ayudan a la reconciliación, que da signos de esperanza", dijo Bertone, en conferencia de prensa en la sede de la Cancillería cubana, donde aclaró que lo que ha pedido el Vaticano es la posibilidad de ampliar los servicios que la Iglesia presta a los presos.
"No hemos pedido exactamente una amnistía, (sino) gestos buenos como los que se han hecho en el tiempo de Juan Pablo II, y como los que han sido hechos este mes", en Cuba, añadió, tras subrayar que para la Iglesia no se trata de "un problema político", sino "humanitario".
"Es un problema de asistencia espiritual, para mejorar la asistencia espiritual a todas las personas", apuntó, el número dos del Vaticano, quien se reunirá el martes con el nuevo presidente de Cuba, Raúl Castro.
Los opositores excarcelados hace una semana fueron Pedro Pablo Alvarez Ramos, Omar Pernet Hernández, José Gabriel Castillo y Alejandro González Raga, todos integrantes del grupo de los 75 condenados en 2003 a penas de cárcel de hasta 28 años.
Previo a la visita de Bertone, que conmemora el décimo aniversario de la realizada a Cuba por el papa polaco en enero de 1998, la ilegal oposición cubana le pidió que intercediera ante las autoridades de la isla por la liberación de los presos políticos, unos 240 según ellos.
Tras la histórica visita de Juan Pablo II, los cubanos recobraron la celebración de la Navidad y las procesiones, suspendidas durante largos años, y además fueron liberados más de 200 presos, entre ellos 106 políticos.
rd/mis/du