En Prisa hay, como es natural, bastantes periodistas afines al Partido Socialista, y ellos han sido los primeros en propagar el maltrato que siempre recibió Rodríguez Zapatero de la dirección de aquella Casa, que lo ninguneó antes y después de ganar las elecciones generales de 2004. Hay multitud de anécdotas con nombres y apellidos que algún día pasarán a los anales de aquella época.
Esto explica -narrado con brevedad y sin entrar en los vericuetos del relato- que Rodríguez Zapatero, en lugar de apoyarse en el grupo mediático que proverbialmente había secundado al PSOE y que tenía fuertes lazos con la 'vieja guardia' socialista, con González a la cabeza, lo hiciese en el que nacía de la mano de algunos amigos personales que se aglutinaron en torno al periódico Público y a LaSexta. Aquella preferencia encalabrinó todavía más los ánimos de los enemigos de Zapatero en el imperio fundado por Polanco, que sus epígonos están reduciendo a la mínima expresión.
Los apoyos de Rubalcaba y Chacón
Estos precedentes explican lo que está sucediendo en la actual campaña planteada entre Rubalcaba y Chacón. Aquél, viejo amigo de González y de Prisa, encuentra todo el calor familiar de ambos. Y Chacón, casada con Miguel Barroso, uno de los inspiradores de la aventura mediática de Zapatero y su primer secretario de Estado de Comunicación, toda la hostilidad. Ello explica el malévolo reportaje que El País dedicó a Chacón y a los suyos el pasado domingo. Rubalcaba no se desmarcó de aquellas insidias, a pesar de que las redes sociales -twitter en especial- echaron humo aquel día y de que sus estrategas debieron explicarle que su gesto mohíno de los últimos tiempos no le favorece.
Sucede sin embargo que, en el pasado, González tuvo poca suerte al apoyar a candidatos socialistas. Fracasó al brindar su apoyo a Almunia frente a Borrell en 1999 y volvió a equivocarse al apostar por Bono en 2004. Y en esta ocasión, la militancia está muy airada con el 'aparato', del que Rubalcaba es parte inseparable. Veremos, pues, qué deciden los congresistas en Sevilla.
