Política

Don Felipe padece los sinsabores del escándalo Urdagarin en su 44 cumpleaños

El príncipe Don Felipe sopla hoy 44 velas de una tarta que se antoja este año más amarga que nunca. Mientras su padre, el Rey Don Juan Carlos, a su edad saboreaba las mieles de haber frenado el golpe de Estado del 23F, él padece los sinsabores del escándalo de corrupción de su cuñado Iñaki Urdangarin.

La sombra del duque de Palma es alargada y oscurece el papel de un príncipe que desde hace dos años ha adquirido mayores atribuciones dentro de la Casa Real. El "juancarlismo" es ajeno a don Felipe, afirman muchas voces cercanas a la Zarzuela. Por ello, el que podría llegar a ser Felipe VI de España tendrá que ganarse la confianza del pueblo a base de trabajo, independencia y transparencia.

Él lo sabe, y como la mujer del Cesar, no solo debe ser honesto sino parecerlo. Por ello ha dejado claro "que la única ambición de la Corona es la transparencia y la honestidad"

La princesa de Asturias Doña Letizia, es sin duda el bastón en el que el príncipe se puede apoyar. Lejos de dañar la imagen del sucesor como pensó la Corona en un principio, Letizia actúa como puente de unión entre el pueblo y la monarquía.

En Polonia hace cuatro años dio el pistoletazo de salida a su agenda oficial y desde entonces su presencia como representante de la Corona ha ido en aumento. Para muchos adeptos ella puede influir en el futuro de la monarquía.

En este día la princesa esta con él pero lejos de la península. Los futuros sucesores de la Corona española cumpliendo con su agenda visitan la región de La Restinga afectada por una erupción volcánica el pasado mes de octubre.

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