Política

Matas tuvo que pedir un crédito para pagar a Urdangarin

El Gobierno balear no sólo pagó 2,3 millones de euros a Iñaki Urdangarin para organizar dos congresos de turismo y deporte.

El Gobierno balear no sólo pagó 2,3 millones de euros a Iñaki Urdangarin para organizar dos congresos de turismo y deporte, y otros 300.000 más por el patrocinio de un equipo ciclista, sino que además se endeudó presuntamente para ello.

Gonzalo Bernal, exdirector de la Fundación Illesport, responsable de los contratos junto a Ibatur, lo admitió durante su declaración como imputado ante el fiscal Pedro Horrach el pasado mes de noviembre, en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía.

"Tuvimos problemas de liquidez al final de la legislatura y para el funcionamiento general de la Fundación tuvimos que pedir créditos", admitió. Aunque no aparece detallada ni la cuantía ni a qué entidad se solicitaron los préstamos, fuentes próximas a la investigación apuntan a que la Fundación pudo haber pedido el dinero a Sa Nostra, la caja que participó además en el patrocinio de los eventos.

En el sumario del caso, al que ha tenido acceso elEconomista, se adjunta el contrato entre la Fundación Illesport e Ibatur, dependientes del Gobierno autonómico, y el Instituto Nóos. En ellos se asegura que las dos primeras "están desarrollando una intensa actividad de atracción y recepción de grandes eventos deportivos con la finalidad de incrementar la difusión de su imagen internacional". Todo ello, según se dice, "con el objetivo último de potenciar la desestacionalización del turismo, generando nuevas ofertas vinculadas al deporte que atraigan a turistas de todo el mundo".

Un observatorio muy costoso

Bajo esa premisa, en el segundo convenio, firmado en 2006, Baleares acordó el pagó además de 445.000 euros, incluidos en el presupuesto total, por crear el Observatorio Permanente de Deporte y Turismo. Ese organismo no llegó nunca a funcionar y el pagó se retrasó a 2007, el mismo año que concluyó la legislatura y cuando, según Bernal, hubo los problemas de liquidez. La crisis económica todavía no había comenzado, pero Fundación Illesport tenía ya problemas para pagar sus deudas.

De hecho, el exdirector del organismo, que tuvo que declarar dos veces ante el fiscal, admitió retrasos al duque de Palma. "Al declarante le llamó en reiteradas ocasiones alguien del Instituto Nóos para exigirle el pago de las facturas, no recordando la persona que era y que puede ser bien Diego Torres o Marcos Tejeiro", se asegura en el atestado policial. Las facturas estaban paradas, según dijo Bernal, "hasta que les diese el visto bueno Pepote Ballester", el director general de Deportes del Gobierno de Jaume Matas.

En total, la Fundación Illesport pagó 250.000 euros en octubre de 2006, 100.000 euros en noviembre y 150.000 euros en diciembre de ese mismo año, así como otros 140.000 euros en enero de 2007. Tres meses después, en abril de 2007, abonó otras dos facturas por 306.000 y 139.000 euros como honorarios correspondientes al Observatorio Permanente de Deporte y Turismo. Según Bernal, tanto las cuentas como la actividad de Illesport eran fiscalizadas y auditadas anualmente, siendo el resultado de esos exámenes siempre positivos.

Existencia de irregularidades

Aunque, eso sí, el exdirector de la Fundación admitió en su declaración ante el fiscal anticorrupción la existencia de irregularidades, como acuerdos verbales, desfase de fechas y pagos realizados sin mediar contratos entre el Govern balear y la firma Nóos Consultoría Estratégica, una de las sociedades mercantiles vinculadas al Instituto del yerno del Rey.

Y no fue el único. En esta misma línea, otro antiguo alto cargo de Baleares, el exgerente del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) Juan Carlos Alía, explicó al fiscal que los acuerdos con Nóos se hicieron mediante convenio de colaboración porque el asesor jurídico del Govern comentó que era la fórmula que se podía llevar a cabo legalmente para evitar un concurso público.

El entramado empresarial que crearon el marido de la infanta Cristina y su socio, Diego Torres, estaba compuesto en total por 13 empresas que, según la Fiscalía Anticorrupción de Baleares, se dedicaban a captar fondos públicos y privados para celebrar eventos relacionados con el deporte, el turismo y la responsabilidad social corporativa. Aprovechando su relación con la Corona y, en menor medida, con el Comité Olímpico, pudo captar así más de 15 millones de euros en apenas cinco años.

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