Que a Rubalcaba le está costando sudor y lágrimas cerrar las listas, es público a tenor de las sucesivas inforrmaciones al respecto. La espantada y dimisiones que tuvieron lugar en Zamora por causa de la elección de Antonio Camacho para encabezar las listas no es más que un botón de muestra.
Lo apunta este viernes el diario El País en portada: Rubalcaba libra un pulso con el aparato del PSOE para cerrar las listas.
Días atrás, un grupo representativo de mujeres socialistas y también los cachorros del partido manifestaban su malestar con la confección de las listas y el olvido que Rubalcaba tenía con estos grupos.
Hoy la pugna, destaca el diario madrileño, está fundamentada en la pretensión de algunos dirigentes de ir en lugares de salida tras haber perdido sus puestos en las municipales y autonómicas y, por otro lado, la previsible pérdida de escaños como apuntan las encuestas o como la Fundación Alternativas afirmaba.
Además, la bicefalia y la falta de control del partido por parte de Rubalcaba son otrsa de las razones que ponen de relieve las dificultades para confeccionar las listas a las próximas elecciones generales.
Los barones pactaron en La Moncloa, asegura El País, la candidatura de Rubalcaba a cambio de "mantener la paz interna". Pero ahora el candidato ha impuesto sus condiciones, cuando sin embargo, no logra colocar bien a algunos de sus colaboradores. Por otro lado, también intenta recuperar a algunos diputados bien valorados.
Lo cierto es que "el proceso de elaboración de listas del PSOE provoca tensiones por la situación de bicefalia y obliga a un pulso entre Rubalcaba y la organización del partido.
Ferraz, destaca el rotativo de Prisa, quiere retocar la lista de Madrid e intenta recuperar a Fernández Marugan. El candidato, señala El País, ha logrado imponer la incompatibilidad de alcaldes.
Entre tanto, Gallizo ha sido excluida pese a ser colaborara del aspirante. Pero la mala expectativa, firma este viernes Fernando Garea, y la derrota del 22-M provocan nervios en cuadros del PSOE.
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