
A pesar de sus palabras, "Yo no me voy a sentar con los bancos, ni les voy a llamar por teléfono. Esto es una crisis, no una tertulia. Lo que voy a hacer es ponerles un impuesto, pedirles un esfuerzo porque es justo y porque lo necesitan aquellos que lo están pasando peor", Rubalcaba tendrá que sentarse con los empresarios y darles explicacines antes del 20N.
En petit comité, ni empresarios ni banqueros están muy contentos con los últimos anuncios del candidato socialista. El nuevo impuesto de Patrimonio y el gravamen de un impuesto a los bancos, dinero que servirá para crear empleo no han sido muy bien recibidos. No en vano, este domingo instaba a Rajoy para que dejará a sus amigos rentitas y a los grandes patrimonios.
El primero en discrepar públicamente con las recetas de Rubalcaba, y más en concreto con el impuesto de Patrimonio ha sido el presidente del Santander, Emilio Botín. Un impuesto eliminado por el Gobierno socialista de Zapatero, y que ahora, a dos meses de las elecciones generales se ha vuelto a recuperar.
"No me voy a sentar con los banqueros"
Con estos mimbres, según el Confidencial Digital, a Rubalcaba no le quedará otro remedio que reunirse antes de que arranque la campaña con los empresarios españoles. Y en ese escenario, tendrá que explicar la razón de esas declaraciones: "Yo no me voy a sentar con los banqueros, ni les voy a llamar".
La invitación, relata este medio, correrá a cargo de los altos ejecutivos del país, y remitida a Ferraz en los próximos días, con un formato similar al último encuentro celebrado hace unos días con Mariano Rajoy en la capital Condal.
Esta semana, la contraportada del suplemento de Economía de 'El Mundo', recordaba la llamada que en su día hizo Zapatero a los más ricos y cuenta lo que pasó. Una semana en la que María Dolores de Cospedal se dirigió a Rubalcaba para criticar una actitud. "El PSOE lleva 8 años haciendo la pelota a bancos y grandes fortunas".