Brasilia, 6 oct (EFE).- El candidato opositor a la Presidencia de Brasil, José Serra, pidió hoy la unión de todos los movimientos que se oponen al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva para derrotar a la oficialista Dilma Rousseff en la segunda vuelta electoral del próximo día 31.
Serra realizó hoy en Brasilia el primer gran acto de su campaña para la segunda vuelta de las elecciones, después de que el domingo pasado obtuvo un 32,6%, contra el 46,9% que respaldó a Rousseff, candidata apadrinada por Lula.
Arropado por los seis gobernadores de las fuerzas políticas que le apoyan y que fueron elegidos el pasado domingo, Serra pidió la unidad de la oposición "por el bien de Brasil" y para "recuperar la dignidad" de las instituciones, que en su opinión quedó en jaque con los reiterados escándalos de corrupción en el Gobierno de Lula.
El abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), también criticó la presencia constante de Lula en la campaña de Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), y dijo que "hay que legislar de una vez por todas sobre los límites que debe tener un jefe de Estado".
Serra se quejó del "abusivo uso de la maquinaria del Estado" en favor de Rousseff durante la primera vuelta, que consideró un intento por "aniquilar" a la oposición.
En su opinión, "la oposición no puede ser tratada como enemiga de la patria, hasta porque es necesaria en una democracia, así como lo es la libertad de prensa y de opinión", apuntó en relación a fuertes críticas de Lula a medios de comunicación opuestos a Rousseff.
Según Serra, el PSDB puede lograr el apoyo del Partido Verde (PV), cuya candidata Marina Silva quedó en tercer lugar de las presidenciales, con un 19,3% de los votos.
"Si sumamos todo los votos, la mayoría de los brasileños le dijo no al Gobierno y a su candidata", declaró Serra al instar a la unidad de "todos los que no votaron" a Rousseff el pasado domingo, que suponen más de la mitad del electorado.
La campaña para la segunda vuelta electoral del día 31 comenzará el próximo viernes en las calles, así como en radio y televisión, que por las dimensiones de Brasil son considerados las mejores armas de proselitismo político en el país.
En la campaña para la primera vuelta, los tiempos de espacios gratuitos en radio y televisión eran distribuidos proporcionalmente en función de los partidos que apoyan a cada candidato, lo que fue ampliamente favorable a Rousseff.
Sin embargo, en la campaña para la segunda vuelta, cada uno de los candidatos contará con veinte minutos por día, lo cual, para Serra, supone que será "una elección totalmente distinta".
Ahora "será todo igual" y "sin ventajas para nadie", proclamó el candidato del PSDB, quien recibió el apoyo de influyentes políticos brasileños, como el ex presidente Itamar Franco (1992-1994) y el ex gobernador de Minas Gerais y ahora senador electo Aecio Neves.
También se sumaron al acto en favor de Serra dirigentes de los partidos Popular Socialista (PPS) y Demócratas (DEM), que forman parte de la coalición que lo respalda.
Según el diputado Rodrigo Maia, presidente del DEM, la campaña de Serra para el día 31 también apelará a los "valores cristianos", en alusión al rechazo que ha generado entre los religiosos la supuesta inclinación de Rousseff a legalizar el aborto.
Aunque la candidata del PT ha negado que sea favorable a la legalización, su postura no ha quedado del todo clara, pues así como se manifestó "en favor de la vida", también ha dicho que el aborto debe ser enfocado como una cuestión de "salud pública".
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