Política

Clamor para que Zapatero acometa una gran remodelación de Gobierno

Manuel Chaves y Octavio Granado se perfilan como candidatos fuertes para sustituir a Corbacho. La salida de Trinidad Jiménez, que derivaría en una reestructuración mayor, podría retrasarse a 2011.

"No queda pendiente ninguna remodelación de Gobierno". Con estas palabras, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, intentaba disipar los rumores de cambio el pasado 30 de julio. El fin de la Presidencia española de la Unión Europea abría la puerta a renovar un Ejecutivo tremendamente desgastado por la crisis económica. Un mes más tarde, el rumor se ha convertido en realidad a partir de dos citas electorales, las de este otoño en Cataluña y, la próxima primavera, en Madrid.

Celestino Corbacho dejará el Ministerio de Trabajo para incorporarse a las listas del PSC en las elecciones catalanas; mientras que en el horizonte planea la salida deTrinidad Jiménez de Sanidad si consigue ganar las primarias de Partido Socialista Madrileño del próximo 3 de octubre. Ayer, Jiménez manifestó su intención de continuar en la cartera si se impone a Tomás Gómez, ya que hasta la campaña electoral no habría incompatibilidades de cargos.

Estos cambios podrían ser el punto de partida de una gran remodelación de Gobierno y ése fue el clamor ayer de la oposición. Mientras el PP criticó "la descomposición" interna del PSOE y puso el acento en que no es casualidad que "el primero en abandonar el barco sea el ministro de Trabajo", CiU insistió en que se trata de "una crisis política sin precedentes" y exigió que se aproveche para abordar una "remodelación mayor". El PNV reclamó "un cambio de caras" necesario desde hace tiempo e Izquierda Unida exigió que haga los cambios de una vez y "no por entregas".

Por ahora, todos los focos están puestos en Corbacho. ¿Quién será su sustituto? El ministro alargará su estancia al frente de Trabajo e Inmigración hasta que pase la huelga general, convocada para el 29 de septiembre, para llevarse así toda la gloria de su etapa ministerial y dejar limpio su asiento.

Posibles sustitutos

El principal candidato dentro del partido y la opción más discreta, en caso de que sólo se cubra la plaza de Corbacho, es Octavio Granado, actual secretario de Estado de Seguridad Social y secretario de Economía y Empleo del PSOE. Granado se perfila como el mejor candidato para abordar la reforma de las pensiones, que Zapatero ha reconocido como una de las grandes asignaturas antes de final de año.

Pero este nombre no es el que más suena dentro del propio Ministerio de Trabajo. Según ha podido saber elEconomista, Manuel Chaves podría absorber Trabajo en la Vicepresidencia tercera. Zapatero no puede realizar una reestructuración, por muy pequeña que fuera, y mantener en plena crisis tres vicepresidencias. Pero eliminar una de ellas sería asumir su propio error. Al mismo tiempo, con 4,6 millones de parados no vendría mal elevar el problema del empleo a lo más alto y, a su vez, Chaves, el presidente del PSOE y ex ministro de Trabajo, continuaría al frente de lo  que enMoncloa denominan un ministerio de Estado.

Sin embargo, aquí no se cierra la lista de candidatos y como para pedir nunca es tarde, el PSC, que vería salir a uno de los suyos del Consejo de Ministros, podría exigir continuar controlando la cartera de
Trabajo e Inmigración. De hecho, la salida de Consuelo Rumí, ex secretaria de Estado de Inmigración y actual responsable de la Función Pública, fue cubierta por Ana Terrón, proveniente del PSC, que a principios de esta semana ha incorporado como director general a otro miembro catalán.

Así que, con la intención de mantener su cupo en Madrid, José Montilla, presidente de la Generalitat y del PSC, ya ha dejado claro que quiere que Corbacho pueda ser sustituido por Mar Serna, actual consellera de Empleo de la Generalitat.

"Corbacho, nada más"

Sin embargo, pese a las voces y las peticiones que apuntaron a la necesidad de un cambio de Gobierno
en profundidad, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, fue tajante tras la reunión del Consejo de Ministros: "No hay crisis de Gobierno; la consecuencia será, en su momento, si se produce, que el presidente proceda al relevo del ministro. Nada más". De esta forma, De la Vega ponía el acento en que todas las fuerzas del Gobierno están centradas "al 200 por cien" en salir de la crisis y cerraba la puerta a dos posibilidades.

La primera: un relevo de mayor calado. En otras ocasiones, la vicepresidenta evita pronunciarse sobre los cambios ministeriales remitiendo a que se trata de una decisión exclusivamente de Zapatero. La segunda: la marcha de Corbacho no coincidirá con la de Jiménez porque su salida no será necesaria ni siquiera tras las primarias. La ministra de Sanidad, que defendió que "trabaja como siempre al frente del Ministerio", podría continuar en su cargo hasta bien entrado 2011 y, así, gozar de más visibilidad para medirse, en principio, a Esperanza Aguirre.

Más adelante, sin embargo, su cartera podría ser objeto de esa exigida mayor remodelación a partir de la fusión con otros ministerios, entre los que no se descarta Igualdad para potenciar así a una figura segura para Zapatero, Bibiana Aído. Entre los miembros del Gobierno en duda continúan estando las dos vicepresidentas, así como los ministerios de Vivienda (que podría absorber Fomento), de Ciencia e Innovación, de Cultura e incluso de Medio Ambiente, Rural y Marino.

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