Política

Las apuestas del PSOE: Rubalcaba contra Rajoy o Blanco contra Gallardón

Rodríguez Zapatero no ha dado pistas claras a los suyos sobre sus intenciones de continuidad o no en la primera línea política. Personas de su entorno más cercano piensan que está en disposición de continuar y animado a aceptar la candidatura socialista en el 2012, si bien considera que su decisión no es decisiva ante un mal candidato popular como Rajoy: otras personalidades socialistas estarían en condiciones de vencerle, a poco que haya cambiado la percepción de la situación económica para entonces.

El único argumento que le frena es el hecho de que Aznar limitara voluntariamente su mandato a dos legislaturas, pero Zapatero piensa que su retirada no fue por magnanimidad sino por causas más oscuras (decidió prometerlo así a la opinión pública para vencer las resistencias que su figura generaba).

Pese a ello, en el círculo más cercano a Rodríguez Zapatero han comenzado a hacerse planteamientos teóricos sobre una hipotética sucesión, para la que, en este momento, se mencionan exclusivamente dos nombres indiscutibles que suscitan todo el consenso: Rubalcaba y Blanco. El ministro del Interior es el personaje política y socialmente más cotizado y ha demostrado sobradamente su capacidad de liderazgo en los sucesivos cometidos que ha desempeñado, y muy especialmente en el actual. Y José Blanco, que ha sido capaz de organizar eficazmente el aparato del partido, está llevando a cabo un magnífico trabajo en Fomento, donde ha encarado con solvencia los conflictos hasta resolverlos -los controladores- y, con el plan de infraestructuras que financiará el sector privado, ha demostrado capacidad e iniciativa.

Rubalcaba y Blanco contra...

De momento, el reparto de papeles entre los delfines se percibe así, en el caso en que Zapatero desista de presentarse a las siguientes elecciones: Rubalcaba, generacionalmente cercano a Rajoy, sería el contendiente de éste si, como parece decidido, el gallego es el candidato del PP. Y Blanco se reservaría para el oponente de la siguiente generación, probablemente Ruiz Gallardón. Bien ahora, si Rajoy cae del cartel por cualquier razón, bien en 2016.

En el PSOE se vive estos días una situación de optimismo: sus indicadores internos revelan que, aún antes de que estallara con tanta virulencia el ?caso Garzón?, habían recortado sensiblemente la distancia con el PP, que en el primer trimestre llegó a ser de ocho puntos. Y todo indica que las movilizaciones de los últimos días lesionan gravemente al PP, al que se percibe alineado con quienes atacan al juez. Es decir, con Falange y sensibilidades aledañas.

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