El secretario general de Interior, Relaciones Institucionales y Participación, Joan Boada, calificó hoy de "indigno" el proceso abierto contra el juez Baltasar Garzón, y lamentó que "los defensores de las víctimas de la dictadura" tengan que verse "perseguidos" por la justicia.
Además, pidió al Tribunal Supremo que se sitúe "al lado de los demócratas y no al lado de los nostálgicos del Franquismo". Boada hizo estas declaraciones en un homenaje a los vecinos de las comarcas de l'Alt Empordà y el Pla de L'Estany (Girona) que fueron represaliados por el Franquismo.
El acto reunió a más de 250 personas en el Teatre Municipal El Jardí de Figueres, y Boada lo calificó como "un acto de reivindicación de la lucha antifranquista" y "un deber pendiente de las instituciones".