
La rentrée del presidente del Gobierno ha sido amarga. Tras el consejo de ministros del viernes y su posterior rueda de prensa en que trató de animar a la ciudadanía a remontar la crisis cuando ya ha pasado lo peor de la recesión, su soledad mediática se ha hecho evidente.
El País, el periódico que hasta ahora ha formado la opinión del centro-izquierda y ha sido referente intelectual de la socialdemocracia, le obsequiaba ayer, domingo, con una andanada editorial de las que hacen época.
En un comentario sin firma titulado 'Falta crédito', el diario fundado por Juan Luis Cebrián acusaba a Rodríguez Zapatero de haberse olvidado del cambio del modelo de crecimiento durante los años de euforia económica, hasta que la generación de 1,3 millones de parados en el último año le ha hecho volver a aquellos discursos.
Un discurso reiterativo
A juicio del rotativo, los instrumentos que prepara el presidente del Gobierno, la ley de Economía Sostenible y los Presupuestos para 2010, no tienen credibilidad. En efecto, el discurso del viernes sonó reiterativo: desde antes de que ganara las elecciones de 2004, Zapatero viene diciendo que hay que incrementar la productividad mediante la educación y el I+D. Y si no ha hecho nada hasta ahora, ¿por qué habríamos de creerle esta vez?
En las actuales circunstancias, y según dicho análisis, Zapatero padecería una gran debilidad, de la que dan testimonio las encuestas, que le obligaría a no despegarse de la legitimidad que le aportan los sindicatos. Pero esa misma debilidad dificulta tanto el pacto social como los acuerdos sobre educación y energía que ha brindado a la oposición. En efecto, esos pactos, en los que el Gobierno tendría que hacer concesiones, interferirían en la búsqueda de apoyos por la izquierda que necesita para aprobar los Presupuestos.
La irritación de El País es patente, porque la destemplanza del análisis no ofrece dudas. Sin embargo, el dictamen es bastante certero. Curiosamente, es El País el medio que mejor acierta en el diagnóstico de una situación en la que el Gobierno se encuentra sencillamente desbordado.