País Vasco

Iberdrola y Siemens hacen las paces en la lucha por la gestión de Gamesa

MADRID/BILBAOicon-related

Iberdrola y Siemens han decidido enterrar el hacha de guerra en la lucha que mantenían por la gestión de Siemens Gamesa, y buena prueba de ello es que la eléctrica ha decidido comprar al fabricante eólico los 136 aerogeneradores que integrarán un gran parque eólico en Brasil, con una potencia de 471 MW, en el que invertirá cerca de 1.000 millones de euros.

Iberdrola y Siemens han decidido enterrar el hacha de guerra en la lucha que mantenían por la gestión de Siemens Gamesa, y buena prueba de ello es que la eléctrica ha decidido comprar al fabricante eólico los 136 aerogeneradores que integrarán un gran parque eólico en Brasil, con una potencia de 471 MW, en el que invertirá cerca de 1.000 millones de euros.

Después de meses de desencuentros, en los que Iberdrola manifestaba públicamente su descontento con la gestión del Gamesa, que llegó a perder en Bolsa más de la mitad de su valor tras la integración con el área eólica de Siemens, las aguas vuelven a un cauce normalizado. Ayer, tras el logro del contrato en Brasil, Markus Tacke, el consejero delegado de la firma hispanogermana, declaró en un acto en Bilbao que 'se demuestra el éxito que tenemos como equipo para crear volumen para la compañía y nuestra buena cooperación'.

Su satisfacción no es para menos, porque desde que se iniciaron las hostilidades, en diciembre, la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán le había otorgado contratos a Vestas, el gran rival de Siemens Gamesa, para un parque eólico de 184 MW en Oregón –que suministrará a Apple– y para que le realizara las labores de mantenimiento del grueso de sus instalaciones eólicas en España y Portugal.

Incumplir el pacto parasocial

Y más allá de la adjudicación de contratos, Iberdrola llegó a reclamar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que analizase si Siemens estaba incumpliendo el pacto parasocial que firmó con ella (mantiene un 8 por ciento en Gamesa) y que permitió al gigante alemán adquirir el 59 por ciento del fabricante eólico sin necesidad de lanzar una opa, en atención a sus planes industriales. La eléctrica, concretamente, reclamaba garantizar la españolidad de Gamesa, así como 'transparencia, mejores prácticas de Gobierno corporativo y que se utilicen los recursos en beneficio de todos los accionistas y no sólo de uno', en palabras de Galán ante su Junta de Accionistas.

En caso de incumplir el pacto parasocial, Siemens está obligada a adquirir las acciones de la eléctrica a un precio de 22 euros –ahora cotiza a 11,75 euros– o al precio de cotización al cierre de mercado del día de ruptura más una prima del 30 por ciento.

Pero Siemens Gamesa dio varios pasos en la dirección que le reclamaba Iberdrola, reformando sus estatutos para que un experto independiente analice sus operaciones con Siemens y evitar suspicacias, y alcanzando un acuerdo con el Gobierno vasco para garantizar el peso de los proveedores locales en su cadena de valor.

No hace falta opa

Finalmente la CNMV consideró que no se incumplían los criterios que permitieron esquivar la opa y, aunque en un primer momento Iberdrola anunció que iba a facilitar más información al regulador bursátil, Galán declaró posteriormente que ya no buscaba que Siemens fuera obligada a lanzar una oferta, aunque dejó claro que se consideraba 'el padre de la operación' y que 'va mi prestigio personal y el de Iberdrola en ello'.

El paso del tiempo ha ido mejorando las cosas –Siemens Gamesa está obteniendo récord de pedidos– y la integración cada vez está más madura. David Mesonero, director de desarrollo corporativo, Estrategia y Integración de Siemens Gamesa declaraba a este periódico que 'es un éxito', y así parecen pensarlo ahora también en Iberdrola.

Líder del mercado

Tacke –que se vio con Galán recientemente en el marco de la European Round Table of Industrialists–, afirmó ayer en varias ocasiones, en su discurso en un evento organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum y patrocinado por BBK, que la sede de la compañía está en el País Vasco, 'en un entorno favorable para la energía con un Gobierno conectado con el mundo'.

El directivo explicó que la compañía 'busca ser líder de un mercado efectivo y parte de la transición de la energía y que la fusión ha sido un motor para crear un hub en Euskadi que aumente las oportunidades'. Sobre el otro punto de fricción con Iberdrola, afirmó que el grupo que dirige 'está dispuesto a cumplir con la normativa de gobierno corporativo, con las leyes, regulaciones y directrices'.

También reconoció que todos los principios son duros, pero que ahora la empresa goza de confianza, se están viendo los resultados y se mueve en la dirección correcta.

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