
La refinería de Petronor, del grupo Repsol, acaba de estrena su nueva y vanguardista 'Sala de Control', en la que ha invertido nada menos que 8,5 millones de euros. Esta nueva sala es el 'cerebro' de la refinería y desde la misma se controlan todos los procesos que se llevan a cabo y registran todas las variables que influyen en dichos procesos.
Hasta ahora Petronor contaba con dos salas para llevar a cabo esta labor, pero con esta nueva inversión unifica estas instalaciones en una única Sala de Control, a la que se suma un sistema de control distribuido, lo que ha supuesto un salto tecnológico importante.
En concreto, se ha realizado una renovación tecnológica total del sistema instalando uno nuevo, y de las estaciones de consola, así como de los sistemas de radio y las cámaras del circuito cerrado de televisión que están instaladas en refinería, y a través de las cuales los operadores pueden visualizar puntos críticos de la planta en pantallas instaladas en las salas de control.
Además de la nueva Sala, Petronor está realizando un fuerte esfuerzo inversor en 2017, que según informó la compañía en la primavera pasada, rondaría casi los 120 millones de euros. A principios de año la compañía realizó una gran parada de mantenimiento y eficiencia –que supuso tener sin servicio a las tres cuartas partes de la refinería durante mes y medio- que supuso un desembolso de unos 49 millones; a los que hay que sumar cerca de 20 millones previstos para otras labores de mantenimiento y cerca de 50 millones más para nuevas iniciativas y mejoras de la eficiencia energética y nuevos desarrollos industriales.
Petronor tiene una capacidad productiva total anual de 12 millones de toneladas, tiene una plantilla directa de unas 940 personas, aporta el 40% del volumen de tráfico de mercancías del Puerto de Bilbao y tiene una aportación anual a la Hacienda de Bizkaia de unos 800 millones.