Pablo Iglesias arrasa en Euskadi, es el único político que aprueba

  • Hasta los votantes del PP rechazan la gestión de Rajoy
  • El 67% de los vascos duda de la capacidad del Gobierno vasco para hacer frente a los granes problemas
  • Un 62% estaría a favor de hacer un referéndum sobre la independencia, pero sólo un 35% votaría a favor

La popularidad del líder de Podemos, Pablo Iglesias, está arrasando y se coloca como el político mejor valorado y el único que obtiene el aprobado de la ciudanía, por encima del lehendakari Iñigo Urkullu que suspende con un 4,6. Estos datos se incluyen en la encuesta del Euskobarómetro de la Universidad del País Vasco, que dirige Franciso Llera, en que el paro sigue siendo la principal preocupación de los vascos, al tiempo que aumenta la desconfianza en que el Ejecutivo vasco sea capaz de resolver los grandes problemas del país.

Hasta hace pocos meses, constata el Euskobarómetro, Iglesias era un desconocido en la sociedad vasca y ahora lo conocen el 89% de los encuestados, sólo superado por Urkullu al que le conocen el 95% y Mariano Rajoy, al que le conocen el 99% de los encuestados, pero que suspende con un duro 0,9 puntos, que se extiende a sus propios votantes que sólo le otorgan 4,8 puntos. Entre los grandes desconocidos de la política vasca se encuentra Idoia Mendia (PSE) y Gorka Maneriro (UPyD) al que le suspenden también sus propios votantes. En el mundo de la izquierda abertzale a Asier Harriz (Bildu) le conoce sólo el 26%, pero roza el aprobado general y obtiene un 6,6 entre sus votantes, manteniéndose como figura más reconocida en esta corriente Arnaldo Otegi.

Podría decirse que el único aspecto en que casi hay unanimidad en la sociedad vasca es en criticar la política del Gobierno de Mariano Rajoy, el 90% rechaza su gestión, incluso entre los votantes del PP en que un 80% se muestra escéptico o en contra.

A pesar del aprobado que obtiene la figura de Iñigo Urkullu, su gobierno no sale bien parado en la encuesta, su gestión suspende con 4,7 puntos. Pero además el 67% confía poco o nada en su capacidad para resolver los 'grandes problemas' del País Vasco, foco que se si centra el su capacidad para hacer frente a la crisis económica, la valoración empeora hasta el 75% de los encuestados, que estiman que el Gobierno vasco está haciendo poco o nada en esta materia, desconfianza que también domina entre los votantes del PNV (63%).

Al hilo de la caída de popularidad de los líderes políticos, tampoco aprueba ninguno de sus partidos, pero por el contrario quienes obtienen el beneplácito de los encuestados son los movimientos de protesta (6,1 puntos) y las ONGs (5,4 puntos)

Crisis económica

El 84% de los vascos dicen estar sintiendo los efectos de la crisis, tasa que ha bajado en cinco puntos en el último año y un 49% reconoce sentirla con mayor intensidad. El empleo se mantiene como la principal preocupación de los vascos, con un 59%, pero tasa que se reduce en 13 puntos en el último semestre.

En el segundo lugar de las preocupaciones vascas se coloca por primera vez la 'situación política general'; seguida después por la situación económica; y después una serie de cuestiones relacionadas con los servicios públicos como la sanidad o la educación. En los últimos lugares de preocupación, que no llegan al 1%, se encuentran la violencia terrorista, la pacificación o los presos de ETA.

Llama la atención que a pesar de que el empleo y la crisis económica encabezan el ranking de las preocupaciones de los vascos, cuando se les plantea la disyuntiva de

dar prioridad a la protección del medio ambiente o al crecimiento económico las posiciones se decantan hacia el cuidado medioambiental

Se reduce la proporción de vascos que estarían dispuestos a irse de Euskadi, sólo un 11%, si les ofrecen las mismas condiciones de vida en otros lugares. Esta tasa aumenta hasta el 25% entre los parados y hasta el 30% entre los jóvenes.

Denuncia del fraude en las ayudas sociales

El 66% considera que hay una importante bolsa de fraude en las ayudas sociales (Renta de Garantía de Ingresos) en el País Vasco, posición que es compartida por los votantes de todos los electorados, y además el 75% denuncian la escasa efectividad de los controles para erradicar ese fraude. Pero al mismo tiempo existe una posición casi unánime, que llega al 78%, que se niega a que se recorten las ayudas sociales, ya sea en su cuantía o en su duración. Pero también se aboga por imponer restricciones a la entrada de inmigrantes.

Respecto al sostenimiento de los servicios y políticas sociales, la sociedad vasca está dividida al plantearle la disyuntiva de subir o no los impuestos para mantener o mejorar los servicios.

Aumenta la sensación de libertad

Se mantiene la tendencia al alza de los vascos que se sienten libres para hablar de política, situándose ya en el 55%, y destaca especialmente la de los que dicen no tener miedo a participar en política, con un 76%. Otra cuestión en la que hay casi unanimidad entre los vascos, con un 84%, es en la insatisfacción con el funcionamiento del sistema democrático, aunque entre los simpatizantes del PP existe aún una mayoría satisfecha con el mismo.

En el Euskobarómetro indica que en el último semestre se ha enfriado en rechazo a la constitución española, ya que si ahora se celebrase un referéndum constitucional el 28% votaría si y el 27% diría que no. El voto positivo a la Constitución es claro en los partidos no nacionalistas, mientras que los electorados de PNV e IU se encontrarían divididos, para después tener un rechazo claro entre los de la izquierda abertzale.

Referéndum y sentimiento nacional

El Euskobarometro recoge como la sociedad sigue estando dividida entre nacionalistas (42%) y no nacionalistas (56%), aunque su evolución muestra seis puntos de subida entre los simpatizantes no nacionalistas. Aplicando esta disyuntiva al electorado de Podemos resulta que el 68% se posiciona como no nacionalista; y entre los que se abstienen otro 78% también dice no ser nacionalista.

En materia de identidades son mayoría, un 60%, los que se consideran vascos y españoles; mientras que un 33% dice ser sólo vasco y un 5% sólo español.

A la hora de configurar la forma de gobierno en el País Vasco, se mantiene la división entre los tres modelos: autonomista (36%), federalista (31%) e independentista (22%). Una minoría de un6% aboga por un modelo centralista con el Estado.

La mayoría de la ciudadanía (el 73%) se muestra relativamente satisfecha con el Estatuto de Gernika, aunque si volviese a plantearse el referéndum de 1979 bajarían los votos favorables al 38% (frente al 53%), los negativos subirían al 10% (frente al 3%) y la abstención sería del 52% (44%).

A la hora de plantear cambios en el estatuto el 26% rechaza que se hagan, un 24% reclama que se completen las transferencias pendientes, un 26% aboga por su reforma y ampliación y un 14% se posiciona hacia una ruptura soberanista.

Un tercio de la ciudanía vasca (un 30%) tiene grandes deseos de independencia y un 35% votaría a favor de ella si se plantease un referéndum. Un 34% votaría que no, un 15% se abstendría y un 16% no especifica lo que haría. Sin embargo sólo un 28% de población considera que con una Euskadi independiente se viviría mejor.

En el supuesto de que la independencia vasca supusiera la salida de la Unión el porcentaje de vascos que votarían a favor de la independencia bajaría al 28% y si implicase una pérdida de posiciones en el mercado español a un 27%. Los votos a favor de la independencia se reducirían al 25% si Navarra quedase fuera.

En lo que si hay una posición mayoritaria, con un 62%, es en que se permita la celebración en Euskadi de un referéndum en que se pueda plantear la independencia, mientras que un 26% rechaza de plano que se abra esta posibilidad.

Rechazo al terrorismo

Respecto a la violencia terrorista se refuerza el refuerza el rechazo frontal y mayoritario a ETA, aumenta la desconfianza en la voluntad de ETA de poner fin a la violencia y la de la izquierda abertzale de aceptar las reglas democráticas, aunque la sociedad vasca continúa apoyando una eventual negociación Gobierno-ETA, reforzando su carácter incondicional. Se mantiene la división respecto al perdón y a la reinserción de los presos por delitos de terrorismo, al igual que entre las posiciones que proponen pasar página y quienes defienden la memoria del sufrimiento de las víctimas para lograr la reconciliación.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky