
A pesar de la crisis económica, que entre 2008 y 2012 se ha saldado con una destrucción del 9,1% de los puestos de trabajo, lo cierto es que el peso porcentual de mujeres en el mundo laboral vasco ha crecido de forma significativa en el conjunto laboral.
Así frente a un peso del 40,7% de féminas sobre el conjunto de trabajadores en 2008, en 2012 la tasa alcanzó el 42,4%, según los datos del Censo del Mercado de Trabajo elaborado por el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno vasco. Si se amplia el ámbito temporal a más de 15 años, vemos como desde 1996 hasta 2012 las mujeres han avanzado 9,6 puntos en el empleo productivo vasco.
Pero ojo, un apunte importantísimo, este 42,4% de mujeres excluye de la contabilización los trabajos que tradicionalmente han estado ocupadas por ellas, es decir, en esta tasa no se contabilizan las empleadas del hogar, la educación, la sanidad, ni los servicios sociales.
Este avance de la mujer no oculta, sin embargo, que aún hay sectores en el que su penetración continúa siendo muy escasa, véase la construcción con un exiguo 12% o la industria con un 20,5%. En cambio en el sector servicios la presencia femenina supera a la de los hombres desde 2004, colocándose ahora su nivel en el 53,3%.
Por tipo de actividad es aplastante la presencia de mujeres en el mundo administrativo, con un 72,4% del total de fuerza laboral y por primera vez en 2012 las mujeres llegan a ser el 50% del personal técnico.
Cima y suelo de la pirámide
En el Censo del Mercado de Trabajo llama la atención dos procesos simultáneos y hasta cierto punto contradictorios: la presencia de mujeres crece mucho en la cima de los puestos directivos y en la base de trabajadores sin cualificación.
En el escalafón inferior su peso sobre el conjunto de la estructura productiva en 2012 crece hasta el 48,1%, cuando dos años antes era seis puntos inferior, y si nos remontamos a 1996 hasta 17,6 puntos. Esto pone en evidencia que la mujer sin cualificación también quiere acceder al mercado laboral, pero con la crisis esta aspiración se ha convertido en una necesidad perentoria.
Igualmente es destacable la llegada de nuevas mujeres a los puestos directivos, aunque esta tiene su techo máximo en el 32,6% de 2012. A pesar de que sólo un tercio de los puestos directivos están copados por mujeres, en 2012 parece que se ha producido un cambio de tendencia. Entre 1996 y 2012, la tasa de ocupación en puestos de responsabilidad venía descendiendo paulatinamente, mientras que en el bienio siguiente da un salto de seis puntos.
Esta misma dinámica se produce en los empleos de puestos intermedios, en que las mujeres apenas son un tercio, pero en este caso su incorporación es creciente y sostenida en el tiempo, habiendo duplicado los datos de 1996.
Todo apunta a que se empieza a romper el techo de cristal que impide a las mujeres acceder a los puestos de mayor responsabilidad, ya que como se viene apuntando desde las Universidades vascas, con excepción de las carreras más técnicas, las féminas son mayoritarias en las aulas y copan los puestos de los mejores expedientes.
Administración en femenino
Otra rama profesional que habla en femenino es la administración, en que la tasa de mujeres en este segmento llega al 66%, mientras que en la economía social supera ligeramente el 43%.
A pesar de la alta feminización de los puestos de trabajo públicos, en 2012, por primera vez en 15 años, la evolución de la presencia no ha crecido, sino que ha descendido, obteniendo su tasa más elevada en 2010 con un 67,6%.
En el sector privado la tasa femenina se reduce al 39,5%, pero con un avance de más de diez puntos en los últimos quince años.
Como ya se ha apuntado, en el mundo de la construcción aún se está muy lejos de la paridad laboral, factor que es común al mundo de la industria energética e industria metálica que no llegan al 20% (exactamente 18,5 y 17,5, respectivamente).