
Las relaciones laborales en el País Vasco atraviesan momentos de máxima tensión por el bloqueo de los principales convenios colectivos, entre ellos el del Metal, que afecta a cerca de 100.000 trabajadores, ante la llegada del 7 de julio, fecha que en función de la Reforma Laboral, supone el fin para la ultra-actividad actual de los convenios colectivos. El presidente de la patronal alavesa, Pascal Gómez, hace un llamamiento a la calma, está convencido de que se puede llegar a acuerdos con los sindicatos. Pero insiste en que las empresas no pueden renunciar a la 'flexibilidad' en las relaciones laborales, ya que es un factor fundamental de competitividad en un momento en que las empresas están 'en una situación límite' debido a la crisis.
Pregunta: ¿Qué va a pasar a partir del 7 de julio si no se renuevan los convenios colectivos?
Nuestra preocupación no es el 7 de julio, sino mantener las empresas abiertas. Por tanto quitemos hierro y miedo al 7 de julio.
Si no hay acuerdos ¿se pasará a tener como referencia los convenios nacionales o el Estatuto de los Trabajadores?
Todavía hay un proceso de tres meses. Nosotros hemos firmado grandes convenios (Bodegas, Panaderías, etc). Nos quedan los dos estelares por su tamaño: Metal y Comercio del Metal. Todos los convenios son importantes, los del Metal no van a diferir de las condiciones de los firmados con otros sectores. En esos hemos sentado unas bases, hablando de vigencia, mantenimiento del empleo y de las condiciones. Pero realmente lo que nos preocupa es la flexibilidad: tener la capacidad de adaptarnos a puntas de pedidos o de trabajo. La flexibilidad es una herramienta muy competitiva para las empresas. Hoy nadie puede asegurarnos una cartera de pedidos estable, por tanto necesitamos flexibilidad y el trabajador lo tiene que entender.
¿Confía en que habrá acuerdos para esos megaconvenios?
Ojalá podamos hacerlo. Las mesas están abiertas. No es un problema de voluntad de la patronal. Hemos explicado y mostrado una foto clara de cómo está la situación: económicamente hemos retrocedido 8 años; 10 años en empleo; y reducido el número de empresas como el que había en 2002. Nuestro mercado es netamente internacional y hay que competir en él. Y además de todo esto, tenemos aún el gran sobre coste de la devolución de las mal llamadas vacaciones fiscales. Esto es una realidad, no es cuestionable, esta es la situación de Álava. Por tanto, tendremos que trasladar esa foto a los convenios.
¿Por lo tanto no habrá reducciones o congelaciones salariales?
Estamos manteniendo el empleo y las condiciones laborales. ¿Mayor esfuerzo de las empresas en función a la foto que he descrito antes? No puede ser. El mayor valor que tenemos las empresas es el capital humano. ¿Alguien piensa que no vamos a defender ese capital?
¿Qué problema tiene el Arbitraje al que se oponen los sindicatos?
Lo importante del arbitraje es que sea correcto. Pero lo que realmente interesa es no llegar al arbitraje, lo mejor es que negociemos en las empresas, que lo regulemos bajo un convenio provincial. ¿Pero por qué nos preocupa la salida y no nos preocupa evitar la enfermedad?
¿Coincide con los sindicatos en que se va a judicializar las relaciones laborales?
Nosotros siempre vemos el escenario del acuerdo. La sociedad tiene la suficiente cordura e inteligencia para llegar a acuerdos, porque si no seremos una sociedad enferma.
¿Qué le parece la negativa del sindicato nacionalista ELA a negociar convenios sectoriales en pro de los convenios de empresa?
Yo no hablo de sindicatos que hacen política. SEA no hace política, hace empresa. Los convenio colectivos provinciales han sido exitosos y buenos para las empresas. Seguiremos trabajando para llegar a acuerdos.
¿Y la plataforma unitaria de UGT, CCOO y LAB para el convenio del Metal?
Esa es inasumible, porque se apoyan en revalorización de salarios en función del el IPC que es un referencial que ya no sirve. Hablemos de otros elementos, de productividad, de rentabilidad, etc.
En la última asamblea de SEA dijo que sólo el 4% de las empresas está pleno rendimiento
Las empresas están en una situación límite. Lo primero tiene que ser es mantener las empresas abiertas y para eso necesitamos financiación. Pero las entidades se están mirando el ombligo. El dinero tiene que fluir en el mercado de manera inmediata y en buenas condiciones. Dinero para financiar a empresas y familias.
¿Qué opinión le merece el debate fiscal vasco que apunta a una subida de impuestos empresariales?
No se puede sacar de donde no hay. Nadie ha demostrado que al subir la fiscalizad se recaude más. La única manera de recaudar mas es teniendo más gente con empleo y con capacidad de pagar impuestos. Las empresas, la sociedad, saben que tiene que hacer sacrificios y los estamos haciendo. Pero desde la política habrá de explicar el por qué y para qué el incremento fiscal.
¿Cómo ven las empresas vascas el ataque al Concierto Económico?
No compartimos los ataques. Soy partidario de no hablar tanto y hacer más. Lo lógico es que se explique qué es el Concierto Económico y las ventajas y el buen hacer que éste ha llevado a la economía española y a la economía vasca.