
En primavera de 2008, antes de que comenzase la crisis, elEconomista publicó un artículo sobre la compañía guipuzcoana Hine que, a pesar de su reducido tamaño, ya se había convertido en una auténtica multinacional, con fábricas en China, EE.UU. y Reino Unido. Cuatro años después, en que el escenario económico es radicalmente diferente, esta estrategia de multilocalización es lo que ha permitido a Hine, como explica su actual consejero delegado, Mikel Arrizabalaga, haberse 'defendido bien'.
Hoy, el Grupo Hine se compone de nueve empresas con dos áreas de actividad (Industrial y Energías Renovables) y presencia en 6 países (España, China, Estados Unidos, Reino Unido, Brasil e India). Su volumen de negocio se sitúa en los 62 millones (casi el 40 por ciento procede del exterior) y da empleo directo a 280 personas (176 en España y 104 en el exterior).
Para Hine, los años 2010 y 2011 fueron positivos, con buenos resultados, pero 2012 ha resultado difícil. 'Ha sido un año positivo, pero también el más duro hasta la fecha. Este 2013 voverá a ser duro, aunque esperamos mejorar'. A pesar de esta coyuntura, Arrizabalaga expresa en una frase la filosofía de esta empresa familiar: 'hay que ser positivos y trabajar, lamentarse no sirve de nada'.
Los pasos de la multinacional
En sus inicios, Hine se especializó en diseño y fabricación de 'sistemas oleohidráulicos para la automatización industrial' dirigido a sectores tradicionales. Pero en 1993 con el inicio del boom de las energías renovables decidió diversificarse con el objetivo de ser proveedor de las grandes compañías españolas. Lo logró, pero en 2006 se le presentó un nuevo reto, seguir a sus clientes en su internacionalización.
No rehuyó el reto y en 2006 se lanzó con al primera fábrica en China para seguir a uno de sus clientes, Gamesa. A pesar de crecer fuera, de forma paralela, en España adquirió dos compañías (Hidrasa y Moymsa) para reforzar el área de montajes y mantenimientos oleohidráulicos.
Un año más tarde desembarcaron en EE.UU. (Pennsylvania) y en 2008 compran una firma de mecanizado de alta precisión en el Reino Unido. En 2010, se implantaron en Brasil y en 2011, en India. Este nuevo crecimiento exterior se complementó con la construcción de una nueva fábrica en Olaberria, la cabecera de Hine Renovables.
Nueva diversificación
La operación estrella realizada por Hine en 2012 ha sido la compañía guipuzcoana Alpesa, especializada en diseño y fabricación de cilindros hidráulicos y neumáticos. Arrizabalaga señala que esta compra supone 'poner una nueva semilla en el grupo, con la idea de potenciar al máximo esta nueva división'.
El relevo normalizado en una empresa familiar
Hasta hace poco tiempo la imagen de Hine iba directamente unida a la del emblemático empresario Peio Guibelalde, que junto a los hermanos Arrizabalaga, puso en marcha este proyecto. Guibelalde ha dejado la dirección ejecutiva, aunque no se ha desvinculado por completo del grupo al permanecer en el consejo. El relevo lo ha tomado Mikel Arrizabalaga. La sucesión se ha realizado con normalidad, ya que Hine cuenta con un estructurado protocolo familiar, que permite diferenciar perfectamente los ámbitos empresariales y familiares.