Sisteplant mira a los mercados americanos para seguir creciendo

José María Borda, director general de Sisteplant

Sisteplant es una ingeniería especializada en transformar industrias cuyo modelo parece que funciona, ya que en los últimos dos años no sólo ha logrado crecer en facturación, sino que ha profundizado en su internacionalización y creado empleo.

La compañía nació en 1984, por iniciativa de Javier Borda, que inicialmente contó con el apoyo de la firma de capital riesgo Talde como socios, para después llevar como compañero de viaje a la Corporación IBV y finalmente en 2004 pasar a estar controlada por sus promotores iniciales y directivos a través de un MBO.

La compañía hoy da empleo directo a 120 personas y está muy internacionalizada, tiene filiales en México, Brasil y China, además de representantes en Portugal, Uruguay y Argentina. Su volumen de negocio ronda los 7,5 millones anuales y lo más destacable es que en los dos últimos años ha crecido en empleo un 16 por ciento.

Su director general José María Borda tiene muy claro que una empresa para pervivir debe estar continuamente alerta y transformándose, no en vano es a lo que se dedica esta compañía a ayudar a otras empresas a transformarse. Sisteplant no fue ajena al impacto de la crisis en sus primeros años, pero logró mitigar sus efectos, adaptarse a la nueva situación y volver a crecer. Su secreto, según José María Borda ha sido su flexibilidad, la innovación y su diversificación geográfica y sectorial. Esto se ha traducido en la creación de nuevos servicios y acceso a nuevos sectores. Tiene claro que para ellos 'la crisis ha supuesto una oportunidad'.

De cara a los clientes, la compañía ha desarrollado lo que denomina 'tecno i plant', que supone el desarrollo de un modelo de aplicación de tecnologías avanzadas de fabricación (que afecta al conjunto de las organizaciones, no sólo al área productiva) que aportar una mejora competitiva radical y medible.

Internacionalización necesaria

Sisteplant comenzó su internacionalización en 1996 con una filial en México. Este proceso llegó por dos constataciones. La primera, como explica José María Borda, la empresa no podía ser competitiva para sus propios clientes (que han de competir en mercados internacionales) si ella misma no era capaz de medirse en un mercado internacional. Y la segunda constatación fue que en su propio mercado ya habían entrado los competidores internacionales y habían podido competir con ellos sin mayores problemas.

Así se lanzaron a México para después avanzar hacia Brasil y China. Sus planes de futuro apuntan a seguir por el camino de potenciar su internacionalización aumentando su presencia en los países que ya están presentes y empezar a mirar 'sin prisas' a Estados Unidos y otros países latinoamericanos como Colombia, que tienen mercados en crecimiento.

Divertirse en el trabajo

José María Borda apela a que el trabajo ha de ser 'divertido', hay que hay que ilusionar a todo el equipo de una empresa, ya que ello no sólo beneficia a las personas, sino también a la rentabilidad. Recalca que el verdadero valor de las empresas está en el capital humano. De ahí que defiende que las empresas han de ser 'transparentes', en información, en visión de las máquinas, en tecnología. Tiene que haber mucha más información, circular en todos los niveles, para lograr la implicación del personal.

Veintiocho años

José María Borda tiene muy claro que una empresa para pervivir en el tiempo debe estar continuamente alerta y transformándose, no en vano es a lo que se dedica esta compañía a ayudar a otras empresas a transformarse. La vía que ha de seguir la industria española es especializarse y dar un salto cualitativo en valor añadido para exportar tecnología.

No es una crisis, es un cambio de situación

José María Borda afirma que 'no podemos hablar de crisis, esto es una nueva situación. Esa nueva situación es un punto de partida en el que no podemos esperar ni colectiva ni individualmente que las cosas cambien sin cambiar las cosas'. Reitera que las cosas no se van a solucionar solas, hay que cambiar muchas cosas. Aboga por enfrentar cambios en profundidad en el entorno empresarial, en el sindical, en el político y en la propia actitud ciudadana. 'No es broma lo que está sucediendo, ni vamos a salir dee una manera fácil de la situación actual'.

Estima que uno de los principales hándicaps de la industria española es el nivel de inversión en I+D, acompañado del nivel de formación y del poco esfuerzo de muchas compañías en la recapacitación de personal para adecuarlo a las nuevas exigencias del mercado. Hay que salir al mercado con productos e innovación.

Otra preocupación de Borda es la baja incorporación de los pocos jóvenes que estaban formados en las empresas, por lo que dentro de unos años se notará un agujero demográfico tremendo.

'Hemos mirado para otro lado cuando la gente pegaba ladrillos y dejaba de estudiar. Ahí están las empresas, los sindicatos, los políticos, todos han mirado para otro lado. La gente iba a empleos que no les garantizaban el futuro. Dinero fácil a corto y ahora tenemos un problema duro y a largo plazo y eso es una realidad social'.

Pero no todo son nubarrones, Borda señala que en España y especialmente en el País Vasco hay industrias con un nivel competitivo loable. Para afianzar estos sectores aboga por apostar por la innovación y por la internacionalización para acudir allí donde hay mercados en crecimiento.

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