Ley de Apoyo a Emprendedores o Ley del emprendedor Competitivo

Miguel Ángel López Trujillo

Hay muchas esperanzas depositadas en la futura Ley de Apoyo a los Emprendedores. ¿Cumplirá expectativas la norma definitiva? En lo más básico sí ya que nuestra actual legislación para PYMES está tan anticuada que cualquier actualización, y el proyecto que presentó el PP en 2011 proponía muchas (simplificación administrativa, fiscalidad ventajosa, flexibilidad laboral, financiación de riesgo privada y pública, generar cantera de empresarios y elevarlos a líderes sociales), será positiva para reactivar la economía.

Sin embargo, ¿serán los emprendedores españoles más competitivos con esa ley? Mucho me temo que no pues el proyecto de 2011 parece querer aumentar más la cantidad que la calidad de los emprendedores, entendiendo por calidad generar valor añadido en un contexto de competencia internacional. El texto, con más afán voluntarista que ejecutivo, no entra en detalles sobre casi todos los aspectos críticos para la competitividad, exceptuando los incentivos fiscales a I+D+i y a internacionalización. ¿No estaremos perdiendo una oportunidad?

Yo creo que sí. Si uno lee por ejemplo el magnífico documento del líder de StartUp Spain y profesor de ESADE Javier Santiso '40 medidas para llevar a España a una economía de innovación y emprendimiento' encontrará más propuestas potentes que merecerían estar en la ley (crear por ejemplo una Secretaría de Estado, inspirada en ejemplos británicos y americanos, con acceso directo a Presidencia de Gobierno que coordine las competencias de innovación diseminadas entre ministerios). Pero en vez de acumular propuestas, ¿no tendría más sentido desarrollar otra normativa exclusiva para el emprendimiento competitivo que complementara y ampliara a la actual propuesta de ley, propuesta cuyo principal objetivo es, recordemos, actualizar el marco general de actividad empresarial?

El caso es que ya existe un interesantísimo esbozo de proyecto de Ley del Emprendedor Competitivo, preparado por el experto en innovación europea Mario Mahr Ávila. Su principal diferencia es que incluye todos los factores teóricos que garantizarían el éxito en España del emprendimiento más productivo.

Mahr propone basar esta ley en tres aproximaciones. Primera, apoyar con mayor énfasis las fases iniciales de desarrollo emprendedor, cuando la empresa aún no está constituida, superándose así limitaciones legislativas europeas (Small Business Act, Single Market Act, Programa Marco de Innovación y Competitividad) y españolas (normativa PYME, Ley de Economía Sostenible, Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación) que centran el apoyo público casi exclusivamente al crecimiento de PYMEs en marcha. Segunda, integrar el concepto del triángulo del conocimiento (educación, investigación y negocio) para que sus principales actores públicos (universidades) y privados (empresas y emprendedores) cooperen en resolver las necesidades económicas. Tercera y última, organizar la ley según los 6 determinantes estructurales que la OCDE estableció en 2008 como críticos para impulsar un ecosistema del emprendimiento: regulación 'inteligente', mejor acceso a mercados y capital, generar y proteger conocimiento, fortalecer capacidades, y la más urgente, divulgar en la sociedad una cultura de la iniciativa, competencia y toma de riesgos.

Esta inteligente propuesta de Mahr viene avalada por la experiencia de prestigiosos organismos internacionales (Kauffman Foundation, MIT, EIT Fora) que ya utilizan estos conceptos porque contemplan el emprendimiento de manera integral. Mahr advierte también están siendo incluidos en las agendas de varios gobiernos europeos e internacionales. ¿Tendremos en España una ley de emprendedores solo para solucionar urgencias o merece la pena atacar este asunto de raíz ahora?

Miguel Ángel López Trujillo
BA International Partners

matrujillo@bainternationalpartners.com

www.bainternationalpartners.com

 

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