Aprender a generar empleo sin crecimiento rápido

Estamos acostumbrados vivir en economías que crecen constantemente, colocados dentro de un orden mundial económico bastante estable, y de no preocuparnos demasiado acerca de las limitaciones ambientales de nuestras actividades. Esto ha cambiado, planteando nuevos retos y mostrando la necesidad de cambiar nuestras actitudes y expectativas en relación al desarrollo socioeconómico.

En un escenario económico actual caracterizado por la baja demanda, la inversión restringida y un sentimiento general de inestabilidad, uno de los principales problemas es el de cómo generar y mantener buenas oportunidades de empleo. Si no somos capaces de responder a este desafío rápido, corremos el riesgo de tener una 'generación perdida', con las consecuencias que ello conlleva para la economía y la sociedad en general. En España, donde el desempleo entre jóvenes ya está por encima del 50% en algunas regiones, urge un debate serio sobre como generar oportunidades de empleo en una economía que sabemos que no va a crecer rápidamente en los próximos años.

En primer lugar, me pregunto si se debería repensar la forma de organizar el empleo. España es uno de los países europeos con mayores jornadas laborales oficiales (según la encuesta de población activa de Eurostat). ¿Tal vez de forma individual estamos trabajando demasiado y es necesario redistribuir el trabajo (y las primas) hasta cierto punto? Para ello sería necesario un enfoque radicalmente más flexible en el contrato de trabajo, además de abordar las desigualdades entre los salarios más altos y más bajos. Los beneficios podrían ser enormes. El New Economics Foundation (NEF) del Reino Unido ha publicado recientemente un informe que sugiere que trabajar 21 horas a la semana podría solucionar problemas como el desempleo, el exceso de consumo, las altas emisiones de carbono, las arraigadas desigualdades y la falta de tiempo para vivir de forma sostenible y disfrutar de la vida.

Una segunda idea se refiere a la realidad a la que nos enfrentamos en lo que respecta a las restricciones medioambientales. Si bien esto requiere un cambio profundo en nuestro día a día, también abre grandes oportunidades para la generación de empleo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha identificado 8 sectores clave - agricultura, silvicultura, pesca, energía, manufactura intensiva de recursos, el reciclaje, los edificios y el transporte ? que experimentarán grandes transformaciones a medida que avanzamos hacia una economía más verde. Estas transformaciones pueden generar oportunidades de empleo. En primer lugar existen oportunidades a nivel local que surgen de tratar de solucionar los problemas medioambientales actuales y asegurar que nuestras actividades socioeconómicas sean sostenibles. Por ejemplo, el cambio del transporte privado a un sistema de transporte público eficiente, coordinado e inclusivo tiene el potencial de generar grandes ganancias en el empleo. En segundo lugar existen oportunidades a nivel mundial de desarrollar tecnologías verdes y aportar soluciones innovadoras a problemas comunes que posteriormente pueden exportarse. Una de las principales conclusiones del informe de la OIT, sin embargo, es que los resultados en términos de empleo serán determinados en gran medida por los instrumentos políticos utilizados y de las instituciones que los implementan. Transformación verde ni crea ni destruye puestos de trabajo en sí, todo depende de cómo se hace.

Un reto clave entonces es entender cuáles son los enfoques, las instituciones y los instrumentos políticos más efectivos en lo que respecta a la generación de empleo en el actual contexto. Un primer paso es aceptar la realidad en la que nos encontramos y lanzar un debate en torno a cómo podemos aprender a generar empleo sin crecimiento rápido.

James Wilson, Investigador Senior, Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad y Coordinador del Comité Organizador del Congreso Anual del TCI 2012,

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