La estrategia del Grupo WEC hace que aumente su plantilla un 53%

El grupo Wec (Wind Energy Casting) es uno de esos ejemplos de que un sector tradicional puede ser al mismo tiempo una actividad de alto componente tecnológico, competitivo e internacionalizado. Wec opera en el sector de la fundición y en poco más de nueve años ha logrado consolidarse y alcanzar una plantilla de 200 trabajadores, 70 de los cuales han sido contratados en los tres últimos años, lo que significa que durante la crisis han aumentado su plantilla un 53 por ciento.

El secreto de su éxito, según su director general, Ricardo Hernani, ha sido su alta especialización y a su internacionalización.

Así en 2008 su volumen de negocio no alcanzaba los 30 millones de euros, en 2011 cerraron con 32 millones y la previsión de 2012 es alcanzar los 48 millones, su máximo histórico.

Hasta ahora su producción se centra en grandes piezas para el sector eólico (bastidor, bugge y ejes), en que se ha convertido en referencia mundial, con una cuota global en torno al 10 por ciento.

De cara al futuro, Wec ha comenzado un proceso de diversificación hacia la producción para Máquina-Herramienta y motores para ferrocarriles. El objetivo de Wec, según explica Ricardo Hernani, es que estos negocios lleguen a aportar entre el 30-40 por ciento de su volumen de negocio.

La elección de los sectores de diversificación responde por una parte a la cercanía y conocimiento sobre el sector de Máquina-Herramienta, que en el País Vasco se concentra la mayor parte de la industria española de esta actividad. La parte de motores ferroviarios se sustenta en una estrategia de aumentar la relación con sus actuales clientes. Por ejemplo, uno de los clientes principales de Wec es la multinacional norteamericana General Electric, que también tiene una fuerte presencia en el segmento de motores.

El crecimiento de Wec ha ido parejo a su apuesta por la innovación, la compañía dedica como media el 2,5 por ciento de su facturación a I+D+i y tiene previsto elevar la tasa al 3 por ciento. Para ello ha pasado de disponer de una unidad de I+D, a construir su propio centro tecnológico (WEC Business & Technology Center) inaugurado a principios de este año.

Emprender por la experiencia

El grupo Wec se constituyó en 2003 en la localidad guipuzcoana de Itziar-Deba, promovido por una serie de emprendedores guipuzcoanos y otros socios navarros.

Procedían del mundo de la fundición y quisieron poner en marcha su propio negocio a partir de una mayor especialización.

Orientaron su actividad hacia el sector energético, especialmente el eólico que cada vez necesita de piezas de mayor tamaño, Wec es único fabricante europeo capaz de producir de forma seriada piezas de hasta 50 toneladas.

Pero no se limitaron a la fundición, ?fuimos pioneros en pasar de la función a la pieza completamente acabada?, explica Hernani. Esto supone un servicio más completo para el cliente, al incluirse fundición, mecanización y pintura, con un sistema de entregas ?just in time?. Podría decirse que el concepto del sistema productivo de la automoción llega a la fundición de la mano de Wec.

Para producir piezas de mayor tamaño aún, de hasta 50 toneladas, en 2008 y 2009 Wec ejecutó una inversión de 40 millones de euros para la puesta en marcha de una nueva fábrica en Álava (Salvatierra Agurain)

Internacionalización

En la actualidad un tercio de las ventas de Wec tienen por destino Estados Unidos, tasa que se incrementa hasta el 80 por ciento si se incluye el Norte de Europa, con países como Alemania y Dinamarca.

Lo que está claro es que tras dos años en que en España no se ha construido ni un sólo parque eólico, si Wec sigue creciendo y estando en cifras récord de facturación es porque su mercado no está en España, sino en el exterior.

Wec no pierde de vista la evolución del negocio eólico marino (off shore), ni de el de repotenciación de los parques eólicos ya existentes.

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