
En un escenario de crisis generalizada y de empresas en dificultades económicas Alcorta, que se ha especializado en equipos para el sector de automoción, destaca por haber incrementado un 35 por ciento su volumen de ventas en 2011, hasta colocarlo en los 42 millones de euros, cifra superior a las ventas registradas antes del inicio de la crisis. El secreto: los mercados exteriores.
Podría parecer que estamos hablando de una gran empresa por dimensión, pero realmente se trata de una compañía de forja guipuzcoana, de carácter familiar, que a pesar de su pequeño tamaño piensa y actúa como las grandes. Esto es lo que le ha permitido celebrar a Alcorta Forging Group en 2011 su primer centenario y prepararse, como dice su director gerente, Lorenzo Mendieta, afrontar 'los cien siguientes' y si nos atenemos al lema de su página web, al estilo de las multinacionales del sector de automoción a las que surte de forja, su marca tiene un lema: 'Forging our Future' (forjar nuestro futuro).
En este forjado del tiempo a base de acero tiene un papel destacado la globalización y la internacionalización del grupo, motivo por el que la semana pasada Alcorta recogió el premio a la Internacionalización de la Cámara de Guipúzcoa.
En un escenario de crisis generalizada y de empresas en dificultades económicas Alcorta, que se ha especializado en equipos de acero para el sector de automoción, destaca por haber incrementado un 35 por ciento su volumen de ventas en 2011, hasta colocarlo en los 42 millones de euros, cifra superior a las ventas registradas antes del inicio de la crisis. El secreto, explica Mendieta, 'los mercados exteriores'.
Esta compañía guipuzcoana obtiene el 85% de sus ingresos por exportaciones y tiene filiales propias en Alemania, Chequia y Sudráfrica, desde las que atiende a sus clientes en la zona y en las que realiza fases finales de montaje.
Lorenzo Mendieta explica que ahora Alcorta está estudiando 'el salto al mercado Nafta, a través de México o Estados Unidos. Estamos analizando las oportunidades que se están abriendo y también seguir a nuestros clientes Tier-1, que nos piden que les suministremos allí'.
De cualquier forma, la materia gris y el núcleo de la producción de Alcorta se encuentra en su sede central de Elgoibar (Guipúzcoa).
En los últimos años la constante modernización de los equipos productivos y su automatización han hecho que la estructura de la plantilla varíe, ha crecido el departamento de ingeniería, vital para la firma, según relata Mendieta, ya que gracias a él trabajan codo con codo con sus clientes tier-1 en el diseño y desarrollo de los productos.
Implicación del equipo humano
Alcorta nació en 1911 como empresa familiar, aunque en 1997 la multinacional alemana Brockhaus Soehne GMBH se hizo con la mayoría y pasó a ser Alcorta-Brockhaus S.A. A su vez, en 2005, la firma alemana fue adquirida por Mahle que tenía una visión de negocio diferente, lo que hizo que en 2009 las familias tradicionales y parte del equipo directivo recomprasen la compañía y se transformó en Alcorta Forging Group. Además de la participación en capital de parte de su plantilla, Alcorta se caracteriza por implicar a todo su equipo humano, factor que consideran vital para su competitividad.