La Diputación Foral de Guipúzcoa mostró sus cartas para la reforma del Impuesto sobre Sociedades. Bildu propone la eliminación de incentivos y desgravaciones y, en el caso de mantenerse alguno, se vincule a la creación y mantenimiento del empleo. En su propuesta fiscal, la coalición radical cuestiona los tipos reducidos de tributación de las cooperativas y las importantes desgravaciones a las que pueden acogerse, reflexión que tocaría de lleno al principal grupo industrial guipuzcoano: Corporación Mondragón.
La diputada de Hacienda de Guipúzcoa, Helena Franco, acudió ayer a las Juntas Generales para iniciar las sesiones de la Ponencia sobre la Reforma del Impuesto sobre Sociedades. Franco estuvo acompañada por la directora de Política Fiscal, Itziar Miner, el director de Hacienda, Xabier Olano, y el diputado de Innovación, Jon Uriguen; y entre los asistentes estaban como oyente la patronal guipuzcoana Adegi, de la mano de su secretario general, José Miguel Ayerza, y el director de Competitividad, Patxi Sasigain.
Los responsables forales analizaron la normativa actual del Impuesto Sobre Sociedades, en que describieron un panorama de hipoteca financiera para las arcas públicas; regulación farragosa e incentivadora de la ingeniería fiscal con intención de eludir el pago al fisco; y sin equidad por que las deducciones hacen que los que las empresas con más capacidad económica paguen menos.
Además, denunciaron que la actual normativa tiene hipotecada la recaudación de este impuesto durante muchos años. Sólo en compensaciones empresariales por bases negativas de años anteriores, a 31 de diciembre de 2010, el importe pendiente de aplicación ascendía a 4.657 millones de euros; por las deducciones pendientes por insuficiencia de cuota se eleva a 906 millones para los que tienen límite y 207 millones para los sin límite.
Régimen de las cooperativas
El Impuesto Sobre Sociedades vigente en Guipúzcoa data de 2007, que fija un tipo general del 28%, para pymes se rebaja al 24% y para las cooperativas se limita al 20% como general y al 18% para las pequeñas.
Aunque estas empresas, según los datos del fisco, suponen menos del 3% de los declarantes, tienen impacto en la recaudación fiscal.
Bildu constata que además de tributar a tipos impositivos inferiores; pueden desgravarse el 50% por la dotación obligatoria que han de hacer a sus fondos de reserva; acceden a gastos deducibles adicionales; y suelen reinvertir una gran parte de sus beneficios lo que les genera nuevas desgravaciones fiscales.
Para ilustrar la asimetría con el resto de fórmulas jurídicas empresariales, la Diputación señala que en diciembre de 2010 el tipo medio efectivo corregido para las Sociedades Anónimas y las Sociedades Limitadas rondaban el 21%, en las cooperativas baja hasta el 5,2%.
Apoyos y simplificación
Para sacar adelante la reforma Bildu necesita apoyos en las Juntas Generales, cuestión que podría solventarse si se mantiene la sintonía que la coalición radical estableció con el Partido Socialista en las medidas tributarias de subida del IRPF que aprobaron en diciembre de 2011. Los Socialistas también abogan por una reforma en profundidad del impuesto, su simplificación y eliminación de deducciones, aunque de partida abogan por una coordinación normativa con Álava y Guipúzcoa para que haya un impusto armonizado en Euskadi.
En su reforma fiscal, Bildu abandera una revisión caracterizada por la equidad, simplificación del impuesto y que éste cumpliría con las dos premisas básicas de toda normativa en la materia: favorecer la actividad económica y asegurar ingresos al fisco para financiar los servicios públicos. En principio no cuestionan el tipo general del impuesto del 28%, que se reduce al 24% para pymes.
La fórmula que propone la titular de Hacienda, Elena Franco, es la eliminación de la mayoría de las deducciones y desgravaciones; las que se mantengan se vincularían a la creación y mantenimiento del empleo en Guipúzcoa; la revisión de la fiscalidad de las cooperativas; y la derogación del régimen de tributación especial de las Sociedades de Promoción de Empresas (SPE).
Entre las deducciones o desgravaciones a eliminar o reducir se encuentran las de amortización, inversión en I+D e innovación, mecenazgo, gastos financieros, reinversión en activos, medio ambiente, etc. Incluso denuncia la paradoja que supone aplicar desgravaciones en para las empresas que invierten y crean empleo fuera de Guipúzcoa y que después sus beneficios no se revierten al fisco guipuzcoano por producirse en filiales domiciliadas en otros lugares que han de tributar en esos emplazamientos.