
El grupo Fagor Electrodomésticos tendrá que devolver al Estado Francés 31 millones que fueron concedidos en 2007 como ayudas para la reestructuración de la filial Fagor Brandt y que fueron autorizadas por la Comisión Europea.
La sentencia del Tribunal de Luxemburgo ordenar devolver las ayudas y arremete contra la Comisión Europea por autorizarlas y como castigo le impone pagar las costas del proceso y los costes incurridos por las compañías demandantes: Electrolux y Whirlpool.
Desde Fagor, Bittor Aranzabal, reconoció a elEconomista la sorpresa que les ha causado la sentencia, ya que las ayudas habían sido autorizadas por la Comisión y señaló que sus servicios jurídicos estudiarán el posible recurso.
Los demandantes acudieron ante el Tribunal de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, con ocho motivos de impugnación, pero el Tribunal declaró las ayudas ilegales sólo tras analizar dos de ellos.
Por un lado, la legislación francesa de ayudas a reestructuración establece la empresa beneficiaria debe compensar el efecto de las ayudas sobre la competencia. Las medidas compensatorias establecidas para Fagor fueron el cierre de Brandt Components y la moratoria de 5 años en la producción electrodomésticos de frío, cocción y lavavajillas de marca Vedette. Pero el Tribunal dice que el cierre de la filial se hizo en 2004, 4 años antes, y que la moratoria de Vedette apenas influía mucho en el mercado.
Por otro, el Tribunal rechaza la ayuda, porque el grupo Fagor tenía pendiente devolver al Estado italiano otra ayuda pública anterior también declarada ilegal. Aunque la cantidad pendiente de devolver era pequeña, menos de 1 millones, la Corte la exige el pago previo.