
El museo Chillida Leku permanecerá cerrado como así se desprende de la falta de acuerdo con la que terminó la última reunión con el Gobierno vasco y la Diputación de Guipúzcoa. La familia del artista insiste en que la reapertura está condicionada a una 'negociación de compra venta', mientras que las Instituciones constatan que en un escenario de crisis económica ya no hay dinero para compras y ofrecen como alternativa compensar el déficit de explotación del museo.
Chillida Leku lleva cerrado desde enero de 2011 dado que la familia no podía soportar el déficit generado por los costes de explotación, a pesar de que recibía una serie de ayudas públicas. Desde finales de 2010 los herederos del escultor iniciaron negociaciones con las administraciones vascas orientadas a la venta del museo, proceso que en primavera de 2011 se truncó. La familia Chillida estaba dispuesta a aceptar la venta por 112 millones (con una rebaja 64 millones sobre las tasaciones que manejaban), pero añadiendo con una serie de condiciones y derechos de veto indefinidos que hicieron fracasar unas negociaciones.
En un comunicado difundido ayer miércoles después de concluir la reunión con el Gobierno vasco y con la Diputación de Guipúzcoa, la familia Chillida Belzunce recalcó que 'únicamente es posible considerar la reapertura libre al público de Chillida Leku, en el contexto de una negociación de compra-venta'.
A pesar de que esto supone rechazar la última oferta realizada por las Administraciones vascas, los herederos del escultor insistieron en su disposición de que Chillida Leku pueda pasar a manos públicas, pero con 'una compensación económica justa para sus propietarios'.
La familia Chillida recalcó que 'tan sólo con una propuesta de trabajo seria, con unos plazos claros y un firme compromiso firmado', además de una serie de condiciones, podría hacer que se retomasen las negociaciones para la reapertura del museo.
Esto supone de facto que Chillida Leku no se reabrirá al público en 2012, por lo que sus propietarios continuarán con las actividades selectivas de promoción y divulgación de la obra de Eduaro Chillida. Se da la circunstancia de que este año se conmemora el décimo aniversario del fallecimiento del escultor, efeméride para la que su familia prevé desarrollar un homenaje.
Condiciones para la venta
Además de insistir en que cualquier acuerdo con la administración ha de pasar por la venta, la familia mantiene inalterables las condiciones que puso en su día para acceder a su traspaso y que motivaron la ruptura de las negociaciones con las administraciones vascas que en aquel momento estaban en mejor disposición presupuestaria de poder hacer frente a dicho desembolso.
Así persisten en las exigencias de que se preserve la unidad y la actual configuración de la colección de obras de arte y de los terrenos de la finca museo; mantener el carácter monográfico del museo, sin que se puedan incorporar obras de otros artistas con la excepción de que se habiliten nuevos anexos para exposiciones temporales; y que la familia se reservaría el derecho de veto para la salvaguarda de la obra y de la imagen de Chillida.
No hay dinero para comprar
A la reunión con los representantes legales de la familia Chillida acudieron la consejera de Cultura, Blanca Urgell, y la diputada foral de esta área, Ikerne Badiola, a los que comunicaron que en la actual situación de crisis económica y recortes de gasto público las administraciones 'de ninguna de las maneras' pueden asumir la compra del museo y las obras del escultor.
A raíz de ese posicionamiento, el Gobierno vasco y la Diputación realizaron diversas propuestas para buscar una reapertura del museo y compensar las pérdidas de explotación que se generarían para la familia, coste que fue el aducido por los herederos del escultor para cerrar sus puertas al público.
Entre las propuestas públicas estaba la firma de un convenio de colaboración, por el cual la familia Chillida seguiría siendo la propietaria y gestionaría el museo, mientras que las administraciones vascas aportarían los recursos económicos para hacer frente al déficit de explotación. También propusieron que las administraciones pudieran asumir la gestión del museo o fórmulas mixtas.
Al parecer, a la vista de la respuesta de la familia Chillida, estas fórmulas quedan descartadas por el momento.