País Vasco

Kutxabank deberá cambiar su consejo en seis meses si no hay acuerdo político

  • PSE y Bildu se niegan a que el nuevo banco sea dirigido desde Sabin Etxea

El nacimiento del nuevo banco podría verse envuelto en una gran inestabilidad si los partidos vascos no llegan a un acuerdo sobre la composición de los 20 miembros del consejo de administración.

Los socialistas denuncian el intento del PNV de controlar la entidad a pesar de haber perdido peso político en los últimos comicios y Bildu no está conforme con el hueco que le ofrecen. El PP se evita entrar de lleno en la polémica y pide que se despoliticen los órganos del nuevo banco.

El secretario de Organización del PSE, Alfonso Gil, manifestó ayer en una entrevista a Radio Euskadi, que "si el PNV cree que va a dirigir Kutxabank desde Sabin Etxea, por lo menos con el PSE que no cuente". En esta misma línea, aunque más moderado, el diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano, señaló que en el consejo del nuevo banco "hay que repartir el juego un poco más".

Mucho más moderado se posicionó el PP que no critica al PNV y si lo hace a los Socialistas, ya que no entienden la indignación del PSE cuando tiene garantizada su entrada en el consejo de Kutxabank. Así el presidente del PP vizcaíno, Antón Damborenea, manifestó que "tan mala es la mayoría del PNV" en este órgano, como "una de PSE y Bildu". En este contexto, recalcó que lo que plantea su partido es que un banco tiene que contar con "profesionales" y "parece un poco absurdo" que se planteen cuotas. 'Nosotros, si entramos, daremos nombres de profesionales y funcionarán como profesionales", añadió.

Da la sensación de que el PP se siente reforzado por su nuevo papel en el Gobierno español, lo que le coloca al frente de todos los organismos de supervisión financiera. Asimismo, lo que plantea el PNV permitiría retrasar y modular el acceso de Bildu a los órganos de control de Kutxabank.

Inestabilidad en el consejo

Este jueves las actuales BBK, Kutxa y Vital deberán designar a sus respectivos representantes en el consejo de administración. En marzo, con la renovación periódica de las asambleas en las que se trasladará el nuevo mapa electoral de los comicios forales, se producirá la entrada de Bildu y el reforzamiento del PP, mientras que el PNV verá reducirse su peso, al igual que el PSE. Esto colocaría al consejo de administración en una posición de inestabilidad al no representar la proporción real de las asambleas.

Posteriormente, una vez de que a principios de enero la Comisión Arbitral resuelva el recurso sobre la nueva Ley de cajas, el texto legal podría verse aprobado en marzo y su aplicación llegaría en mayo, lo que conllevaría a la renovación completa de las asambleas de las cajas y por tanto a la designación de un nuevo consejo.

Por tanto, si no se llega a un acuerdo que satisfaga a todas las partes y que contemple una estabilidad, Kutxabank podría ver cambiar su consejo de administración al menos dos veces en tan sólo seis meses.

Los puestos que mantendrán una cierta estabilidad serán los de el presidente, los vicepresidentes y el director general, que fueron pactados por todos los partidos en octubre pasado. Asi Mario Fernandéz (BBK) estará en la presidencia, y las vicepresidencias corresponderán a Xabier Iturbe (Kutxa) y Carlos Zapatero (Caja Vital). La dirección general recaerá en Ignacio Sánchez Asiaín (BBK).

Negociaciones hasta el último momento

Este jueves cada una de las tres cajas de ahorros vascas deberán designar a sus respectivos representantes en el consejo de administración de Kutxabank, que en función de los pactos de fusión establecen el siguiente reparto: BBK el 57% de la nueva entidad, Kutxa el 32% y Vital el 11%.

En puestos se traduce en 20 consejeros, incluido presidente, que deberán designarse 12 designadas por BBK, seis por Kutxa y dos por Caja Vital. Basándose en la actual ley de cajas esto conlleva que el PNV, al controlar totalmente BBK y Kutxa, podría designar a 18 miembros, pero es consciente de los cambios que implican los resultados electorales y de que la nueva ley de cajas terminará por cambiar este panorama y plantea un propuesta matizada a cambio de dar estabilidad al consejo del nuevo banco.

Así el PNV propone designar a 10 de los miembros del consejo, entre los que se incluiría el presidente, lo que implica mayoría y voto de calidad. Después reservarían cuatro representantes para Bildu, mientras que al PP y al PSE les correspondería decidir tres representantes a cada uno.

La pretensión del PNV ha chocado con el rechazo frontal del PSE, que ha mostrado su indignación y también ha disgustado a Bildu. Sin embargo, el PP es el más moderado al entrar en el debate y reorienta la cuestión hacia la necesidad de profesionalizar los órganos de gestión de la entidad.

Por el contrario, lo que disgusta al PNV es la redacción del proyecto de Ley de Cajas de ahorros, cuya aprobación está asegurada en virtud del pacto entre PSE y PP, en que los nacionalistas pierden influencia en las cajas y en el nuevo banco al establecer que los representantes de los territorios deberán ser designados por las Juntas Generales y habrá otros correspondientes al Parlamento vasco.

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