
El tercer informe de competitividad avisa de que el envejecimiento de la población mermará la capacidad de innovación, obligará a retrasar la edad de jubilación y se deberá traer jóvenes de otros lugares. Otro aspecto constata las carencias de la economía vasca para atraer inversión exterior y la baja proyección exterior de la red vasca de ciencia y tecnología.
El 'Informe de Competitividad del País Vasco 2011' elaborado por el Instituto Vasco de Competitividad (Orkestra) constata la 'dramática' evolución demográfica que experimentará la sociedad vasca que traerá consecuencias económicas 'tremendas', como la pérdida de capacidad de innovación y obligará a retrasar la edad de jubilación.
Los datos de Orkestra apuntan que si se mantienen las tasas de ocupación actuales en el País Vasco, en el año 2020 faltarán 20.000 personas para ocupar dichos puestos. El mayor descenso de población activa se producirá entre los 25 y 45 años, que es precisamente el núcleo de población con mayor productividad, capacidad de innovación y tendencia al empendizaje.
Además la escasez de personal en edad de trabajar puede traer consigo un encarecimiento de los costes laborales y, por consiguiente, una pérdida de la competitividad de la economía vasca con lo que ello implica en un mundo globalizado.
Frente a esta coyuntura, el director general de Orkestra, José Luis Curbelo, señaló que habrá que incrementar la productividad entre los que estén activos, al tiempo que habrá que incorporar jóvenes procedentes de otras regiones españolas y del extranjero.
Otro factor agravará la carencia de mano de obra para el mercado laboral es que en materia de Educación los jóvenes actuales tienden a cursar estudios relacionados con las Ciencias Sociales, cuando lo que demandará la economía son titulaciones técnicas, por lo que se volverá a producir un desajuste entre los que demandan las empresas y la formación de los jóvenes vascos. En este contexto, con toda probabilidad a Euskadi le pasará lo mismo que a Alemania, que tendrá que importar ingenieros.
Incapacidad para captar inversión exterior
En las últimas dos décadas la internacionalización de la economía vasca se ha canalizado hacia el comercio exterior y las implantaciones en el extranjero de empresas vascas, pero no se ha producido un tráfico a la inversa, las empresas extranjeras no han venido a invertir a Euskadi.
A pesar del alto nivel económico que disfruta la sociedad vasca, formación de sus recursos humanos y red de ciencia y tecnología, Euskadi no ha sido capaz de atraer en los últimos 20 años inversión exterior.
Entre los factores que pueden haber influido en ello, según Orkestra, está la violencia terrorista, fenómeno que también ha provocado la emigración a otros lugares donde no existiera la presión del terrorismo.
Además, también habrá influido en todo esto que la sociedad vasca 'igual no se abierto suficientemente', ni se ha sabido 'vender' en el exterior, por 'padecer una cierta endogamia'.
Necesidad de innovación radical
En materia de innovación el informe señala que aunque se está yendo en la dirección correcta, hay aspectos que deben mejorarse para hacer frente a los cambios económicos y los retos de la globalización.
En este sentido, constata que en líneas generales la innovación de la empresa vasca se orienta hacia hacer mejor lo que se venía haciendo, pero esto ya no es suficiente. Igualmente constata que a pesar de los mayores recursos destinados a inversiones en I+D, tanto públicos como privados, y de la extensa red de centros tecnológicos que componen la Red Vasca de Ciencia y Tecnología ésta no ha sabido abrirse lo suficiente, ni tampoco se ha dado a conocer como para atraer al conocimiento externo.