
La evolución de la economía dependerá de que se produzcan "avances definitivos" en las reformas pendientes.
La economía vasca experimentará un crecimiento del PIB del 1,3 por ciento y podría haber "dado por finalizado el proceso de destrucción de empleo", en función de las previsiones recogidas en el Informe Económico 'Situación del País Vasco? realizado por BBVA Research.
El director territorial Norte de BBVA, Vicente Maestre, y el economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech, presentó ayer presentado en Bilbao el primer número de esta publicación (correspondiente al primer semestre de 2011) que se editará de manera semestral, en euskera y castellano, y que analizará la economía vasca y sus perspectivas.
Entre otras conclusiones se apunta a que la recuperación de la economía vasca es "suave pero progresiva" en términos de PIB y prevé que concluya el ejercicio 2011 con un crecimiento cercano al 1,3 por ciento y que en 2012 pueda llegar al 1,5%.
En este contexto, Doménech señaló que "podría haberse dado por finalizado el proceso de destrucción de empleo", aunque indicó que serán necesarios crecimientos del entorno al 2 por ciento para que la tasa de desempleo comience a disminuir, si bien "ese umbral" es en el País Vasco "ligeramente inferior" al resto de comunidades. La reducción de la tasa de paro no sólo depende de que se cree empleo neto, sino también de como evoluciones demográficamente la población activa vasca y la inmigración.
La intensidad del inicio de la recuperación dependerá, según BBVA, de la evolución de la crisis de la deuda europea y, en el caso español, de si se realizan avances significativos en las reformas y ajustes que tiene que llevar a cabo la sociedad española: el fiscal, la reestructuración financiera y las reformas estructurales.
Menores desequilibrios
El informe constata que Euskadi ha sufrido "menos desequilibrios" durante la fase expansiva de la economía que el resto de España y, por ello, se encuentra "mucho mejor posicionada" para la recuperación.
En esto ha influido el menor exceso de oferta de vivienda en Euskadi, sector que en esta comunidad estaría "próximo al fin de su proceso de ajuste" en la medida en que "la burbuja fue menor". Otros factores favorables han sido su mejor posición en consolidación fiscal de las administraciones públicas y la mayor apertura de la industria al mercado exterior y la evolución positiva del sector del turismo.
A largo plazo, destaca como "mayor ventaja comparativa" su posicionamiento en las variables de Investigación y Desarrollo y de Educación y PIB per Cápita.
Las perspectivas de crecimiento para 2011 estiman que "lo normal" es que en Euskadi se produzca un crecimiento interanual del PIB del 1,3%, encabezando a las comunidades con mejor evolución, junto a Madrid y Baleares, mientras que la media española rondará el 0,9%.
No obstante, Doménech advirtió que el incremento de "las tensiones" en los mercados internacionales de deuda soberana y "las dudas sobre el impacto que pudieran tener las reformas estructurales en curso sobre una buena parte de la economía española podrían dificultar una recuperación en la inversión a corto plazo".
En este sentido, los expertos de BBVA consideran necesario "corregir cuanto antes" los desequilibrios, "retornando el déficit y la deuda a niveles sostenibles a medio y largo plazo" y aclarando "qué actuaciones se llevarán a cabo para ello".
"Conviene lograr un sector público que permita crear un entorno favorable a la inversión y creación de empleo por parte de las empresas y ciudadanos, aligerando las cargas administrativas, mejorando las regulaciones y simplificando su legislación", indican.
Sanear el sistema financiero
Para el ejercicio 2012, el responsable de Economías Desarrolladas considera que estará "muy marcado" por cómo se resuelve la crisis de la deuda soberana en Europa y la evolución de las primas de riesgo, debido a que la "incertidumbre" existente hace "complicado aventurar un escenario económico".
El servicio de estudios del BBVA plantea que la recuperación económica española depende "en buena medida" de la recapitalización del sistema financiero, que "debe incluir una rápida y significativa entrada de capital privado". "Es necesario completar de forma rápida y definitiva el saneamiento de los balances y el proceso de reestructuración para normalizar cuanto antes la solvencia y el acceso a la liquidez", dijo Doménech.