
El nuevo ministro de Industria y Energía acaba de cerrar los nombramientos de sus colaboradores más cercanos dentro del gabinete, pero tiene muy extendida su influencia en el resto de instituciones y ministerios con personas que siempre le han sido afines y fieles colaboradores.
No sólo es Industria, Energía, Comercio y Turismo, sus tentáculos pueden llegar con facilidad a niveles como el del Tesoro Público y el Banco de España, la Oficina Económica de Moncloa (por más devaluada que se quede), la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y ministerios de colaboradoras afines, como Vivienda o Ciencia y Tecnología.
El Gobierno asegura que no se van a reeditar en esta legislatura los dos años de enfrentamiento entre Miguel Sebastián y Pedro Solbes que se sufrieron en la anterior. Su justificación es que las funciones de cada uno están muy bien delimitadas y existe el compromiso público del nuevo ministro de Industria de trabajar "bajo la coordinación" del vicepresidente económico.
Pero la influencia del ex director de la Oficina Económica y ex candidato a alcalde de Madrid no se puede evitar. En su ministerio, acaba de cesar al secretario de Estado de Comercio y Turismo, Pedro Mejía, hombre cercano a Solbes, para poner, sólo en Comercio, a Silvia Iranzo Gutiérrez, una técnico comercial y economista del Estado procedente del Banco de España.
Hasta ahora dirigía el departamento de análisis de riesgo-país del banco, y sus artículos en materia de comercio internacional y mercados son habituales en revistas especializadas.
Recuerdos de Minnesota
En el Banco de España Sebastián tiene también como consejera a una de sus más estrechas colaboradoras de otros tiempos, la directora general del Tesoro, Soledad Núñez.
Se trata de una de las mujeres mejor valoradas en el ámbito económico de la Administración, que compartió estudios con el actual ministro de Industria en la Universidad de Minnesota.
Junto a ese tándem estaba también en Estados Unidos otra de las mujeres más consideradas por el propio presidente Zapatero y que ha llevado las riendas del área económica del PSOE durante los últimos cuatro años, Inmaculada Rodríguez Piñero.
Ahora será la nueva portavoz de Economía del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados. Rodríguez Piñero mantiene también muy buenas relaciones con Pedro Solbes, con quien ha compartido muchas iniciativas en la pasada legislatura.
Ahora se encontrará de nuevo entre ambos líderes, como garante de la funcionalidad de las iniciativas económicas en el Cámara Baja, un papel muy complicado desde la mayoría simple socialista, para el que, lo que más le puede interesar, es que no haya ningún tipo de fricción entre ellos.
Aparte de otros colegas que culminaron sus estudios en Minessota, el otro componente del grupo que ahora toma también poder económico es Javier Vallés, que subirá de categoría para ser el director de la Oficina Económica del Gobierno, en Moncloa.
Vallés llegó a Minnesota cuando el resto de sus actuales colegas de Gobierno estaban terminando, pero se da la circunstancia de que, en la actualidad, está casado con la directora del Tesoro y consejera del Banco de España, Soledad Núñez.
Después de terminar sus estudios en Estados Unidos y tras perder su anterior guerra con Solbes, el cuarteto de Sebastián no se había posicionado con tanta claridad hasta esta legislatura.
Dentro de ese grupo de estrechos colaboradores, es conocido que Miguel Sebastián cuenta además con el apoyo del vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, y de su mujer, Mercedes Cabrera, que repite como ministra de Educación y le añade Política Social.
Tampoco le quedará lejos el ámbito universitario e investigador, dado que el propio Sebastián ha sido uno de los que más han apoyado el nombramiento de su también amiga, Cristina Garmendia, al frente de Ciencia e Innovación.
Renovación por dentro
La salida de Mejía y el nombramiento de Silvia Iranzo, dentro del Ministerio de Industria, se completan con el nombramiento del nuevo secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, hasta ahora director de la Policía y la Guardia Civil.
Su origen mallorquín y alguna responsabilidad que ha tenido en materia de infraestructuras y seguridad, le avalan para el cargo. Contará además con Alfredo Bonet como secretario general, experto en el área que repite cargo.
La tercera pata del Ministerio será la secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, para la que se apuntaba al hasta ahora número dos en el cargo, David Ciercos, pero en el que ha vuelto a ser confirmado Francisco Ros.
Ciercos es el promotor del Plan Avanza, del que el Ejecutivo está muy orgulloso, y las tareas que tiene por delante (la nueva ley de la televisión digital, el servicio de televisión en el móvil, etc.) son de una alta carga técnica, para la que ha demostrado ya tener cualidades.
Como colofón, seguirá como vicepresidente ejecutivo del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) Ángel Martín Acebes, un cargo en el que ha estado en los últimos años y desde el que se ha promovido la promoción exterior de las empresas españolas.