Cerca de una docena de cohetes y morteros sacudieron hoy la Zona Verde de Bagdad, recinto fortificado donde se encuentran el Parlamento iraquí y la embajada estadounidense en el país árabe, sin provocar víctimas mortales o heridos.
Los ataques comenzaron a las tres de la madrugada (hora local) y se prolongaron durante quince minutos. Siguiendo el procedimiento de emergencia habitual, la población fue advertida con sirenas de la amenaza y, tras cierto período de calma, dos helicópteros estadounidenses comenzaron a sobrevolar la zona.
Se desconoce la identidad o afiliación de los responsables del ataque. Generalmente, el Ejército estadounidense suele apuntar como culpables a milicianos recientemente disociados de las guerrillas del Ejército del Mahdi, dirigidas por el clérigo chií antiestadounidense, Muqtada al Sadr, quien no obstante mantiene una tregua en vigor con los estadounidenses desde hace siete meses, y renovada el mes pasado.
Continúa la violencia
También hoy cinco soldados iraquíes han perdido la vida y otros 30 resultaron heridos tras un ataque contra un destacamento militar en Mosul, al norte de Bagdad, según informó el portavoz militar de la provincia de Nineveh, el general Jalid Abdul Sattar.
Mientras, al sur de la capital irakí siete personas han muerto y 16 han resultado heridas después de que hombres armados abrieran fuego desde tres vehículos a gran velocidad. De momento se desconocen más detalles del tiroteo, que sucedió concretamente en el barrio de Zaafariniya, de población chií y suní. Este tipo de ataques se han reducido después de la contraofensiva iniciada el año pasado la capital por fuerzas estadounidenses e iraquíes.