La tensión y la confusión en las cifras reinan en Irán desde el pasado fin de semana, sucediéndose manifestaciones a pesar de las advertencias del Gobierno. Fuentes médicas y diplomáticas hablan de 19 muertos, mientras la televisión estatal asegura que son 10. Esta mañana, las autoridades iraníes han expulsado a un corresponsal de la BBC y esta tarde, se preven nuevas concentraciones de la oposición en las calles.
Los seguidores del líder reformista opositor Mir Hosein Musavi han salido hoy por octavo día consecutivo a las calles de Teherán, pero hasta el momento no se han reproducido los incidentes violentos registrados ayer que se saldaron con al menos trece muertos, según reconoció la propia televisión pública iraní.
Varios blogs particulares hablan de importantes manifestaciones y de la fuerte presencia policial, una información difícil de contrastar ante las restricciones impuesta por las autoridades a los medios de comunicación extranjeros.
Las imágenes difundidas ayer por los vidioaficionados iraníes a través de Internet mostraban a los manifestantes en las calles de Teherán y, especialmente, en la Universidad Azad de Teherán, donde se han suspendido los exámenes de fin de curso después de que unos 200 estudiantes se negaran a participar.
Miles de policías están desplegados en la capital, según testigos presenciales, y muchos comercios permanecen cerrados. En cualquier caso, hasta ahora no han salido unidades del Ejército a las calles.
"La culpa es de los bandidos"
El jefe de la Policía iraní ha señalado al líder opositor Musavi como responsable de la "atmósfera ilegal" que existe actualmente en Irán, y que según las autoridades ha dejado 400 agentes de seguridad heridos y 19 muertos, según fuentes médicas. A pesar del recrudecimiento de la tensión, hoy se preven nuevas manifestaciones.
En una carta abierta publicada en el diario Etemad e Melli, Moghaddam advierte a Musavi de que, "de prolongarse la situación actual, la Policía se enfrentará con decisión a estas actividades ilegales para preservar el orden de la sociedad y el pueblo".
El jefe de Policía se dirige así a Musavi: "Los distubios están siendo causados por bandidos que actúan a la sombra de esta atmósfera ilegal que usted ha creado". Aseguró que sus agentes no han disparado "ni un solo tiro" contra manifestante alguno.
El recuento aleatorio de las papeletas y la actuación policial represiva, no han hecho más que alentar el espíritu de los manifestantes que hoy podrían volver a salir a las calles.
Fuentes médicas hablan de 19 heridos
Al menos 19 personas podrían haber muerto y centenares se encontrarían heridas durante los enfrentamientos registrados a lo largo del día de ayer en diversos puntos de Teherán entre fuerzas de seguridad y manifestantes reformistas, según fuentes del hospital de la capital iraní. Esta cifra es prácticamente imposible de verificar dadas las restricciones impuestas por las autoridades iraníes a los medios de comunicación extranjeros y extraoficiales.
"Ojalá algunos miembros de los Guardianes no se hubieran aliado con ciertos candidatos"
Mientras, el presidente del Parlamento iraní, Alí Lariyani, aseguró también hoy que ha sido testigo de cierta parcialidad en "algunos miembros" del Consejo de los Guardianes de la Revolución hacia ciertos candidatos. Los Guardianes componen el máximo órgano legislativo del país y de ellos depende que el vencedor de las elecciones sea ratificado.
"A pesar de que el Consejo de los Guardianes está compuesto de individuos religiosos, ojalá algunos de sus miembros no se hubieran alineado con un determinado candidato", declaró Lariyani a la emisora IRIB. Los comentarios de Lariyani, un viejo conocido de la política internacional y antiguo negociador de tendencia moderada en las conversaciones sobre el programa nuclear iraní, han sido reproducidos por la cadena oficial Press TV y por la cadena estadounidense CNN.
Los seguidores del líder opositor, Mir Hossein Musavi, alegan que el Consejo de los Guardianes había declarado vencedor al actual presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad a pesar de las acusaciones de fraude electoral denunciadas por los candidatos derrotados en las urnas.
La máxima autoridad de Irán, el ayatolá Jamenei, rechazaba esta semana las acusaciones, pero hoy Lariyani ha declarado que "parece que la mayoría de la población tiene una opinión distinta". De igual modo, solicitó a las autoridades que reduzcan un poco el tono de su retórica y que examinen con cuidado las alegaciones de los manifestantes.
Las otras cifras de la televisión estatal
al menos diez muertos, un centenar de heridos y dos gasolineras y una mezquita incendiadas, además de ataques a una base militar, son el resultado de los enfrentamientos entre la población civil y la Policía iraní, según la televisión estatal.
La cadena, que califica de "alborotadores" a los manifestantes, asegura que entre ellos había "terroristas" que sin embargo no han identificado: "La presencia de agentes terroristas y el uso de armas de fuego y explosivos fue tangible en los disturbios del sábado en los barrios de Enqelab y Azadi, de modo que, desgraciadamente, en los problemas que se convirtieron en disturbios, diez personas han muerto y más de 100 han resultado heridas", han informado sin citar fuentes. Antes, Press TV, que emite en inglés, notificó 13 muertos.
A través del mismo medio se ha asegurado que los "alborotadores" incendieron una mezquita en la capital iraní: "La mezquita de Lalogar [al suroeste de Teherán] fue incendiada", detalla esta información, que añade que "alborotadores (...) han faltado el respeto a los santuarios de la nación (...) varias mezquitas han sido violadas". Incluso se llegó a informar de que hubo muertos en el incendio, algo que después se ha desmentido.