La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, ha llegado por sorpresa a Bagdad en una visita que coincide con una de las olas de violencia más graves de los últimos meses.
Clinton ha declarado a los periodistas que Irak está en el "camino correcto", a pesar de los últimos atentados registrados en los últimos dos días, que han causado más de 140 muertos, según ha informado la cadena de televisión Al Yazira.
El viaje se ha producido e en medio de una retirada progresiva de las tropas estadounidenses destacadas en Irak. A finales de junio abandonarán los centros urbanos y la retirada definitiva se producirá en el 2011.
La promesa americana
Clinton ha prometido en Bagdad que su país dará a los iraquíes los medios para garantizar su seguridad, tras una nueva oleada de violencia.
"Seguiremos trabajando muy, muy duro para daros las herramientas que les permitirán tener un país más seguro", declaró Clinton a un centenar de iraquíes de la sociedad civil reunidos en la embajada de Estados Unidos en Bagdad, cuando faltan nueve semanas para la retirada de las tropas estadounidenses de las ciudades iraquíes.
"Trabajaremos estrechamente con el gobierno iraquí y las fuerzas de seguridad iraquíes durante la retirada de nuestras tropas", afirmó Clinton que cumplía así su primera visita a Irak desde su nombramiento, en enero pasado, como jefa de la diplomacia de Estados Unidos en el gobierno de Barack Obama.
Oleada de atentados
Ayer, dos mujeres suicidas se inmolaron en un santuario chií al norte de Bagdad y causaron la muerte de 60 personas. El día anterior, otros 84 iraquíes fallecieron en otros dos atentados, uno de ellos contra peregrinos chiíes iraníes en la provincia de Diyala y el otro en el centro de Bagdad.
Clinton, en su primera visita a Irak desde su llegada a la Secretaría de Estado en enero, ha aterrizado en el aeropuerto de Bagdad a las 8.30 hora local (5.30 GMT).
"Estamos al corriente de los mortíferos atentados suicidas que ha habido y espero conocer la evaluación sobre lo que significan este tipo de actos y sobre qué es lo que se puede hacer para impedirlos", ha declarado a los periodistas que le acompañaban antes de aterrizar en Bagdad.
A pesar de la gravedad de la situación, Clinton ha asegurado que no teme en estos momentos un resurgimiento de este tipo de violencia como el que vivió Irak en el año 2006.
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