García Page se opone a la construcción
del almacén nuclear
en Villar de Cañas
El socialista Emiliano García-Page será presumiblemente el nuevo presidente de Castilla-La Mancha. Para ello tendrá que pactar con Podemos, condición que parece segura. Relevará así al frente de la Junta a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que el domingo no pudo revalidar la mayoría absoluta de hace cuatro años. Su salida deja en el aire uno de los proyectos más polémicos de la legislatura: el almacén temporal centralizado (ATC) que albergará los residuos nucleares.
La elección para su ubicación de la localidad conquense de Villar de Cañas fue una de las primeras decisiones del Gobierno de Mariano Rajoy, en diciembre de 2011. Se trata, por tanto, de una decisión estatal. Pero García-Page expresó durante la campaña su oposición a que el almacén nuclear se ubique en el municipio manche porque, según dijo, "no va a traer riqueza a nuestra región". De hecho, el PSOE de Castilla-La Mancha es uno de los siete partidos -junto con Podemos, IU, Ciudadanos, Equo, UPyD y Partido Castellano- que firmó un escrito, promovido por la Plataforma Contral el Cementerio Nuclear en Cuenca, en el que acuerdan realizar "todos los pasos legales posibles para paralizar definitivamente el proyecto de ATC, en Villar de Cañas o cualquier otra localidad de Castilla-La Mancha".
Por tanto, el compromiso de García-Page es intentar echar abajo el almacén nuclear, cuyo presupuesto total supera los 900 millones de euros. El Gobierno autonómico no tiene competencias para cancelarlo, pero sí para poner muchas trabas. Una de las premisas para adjudicar el ATC fue que las autoridades locales y autonómicas apoyaran el proyecto, por lo que "si el nuevo Gobierno autonómico se opone, el Ejecutivo Central debería paralizarlo", señala Francisco Castejón, de Ecologistas en Acción.
Todo está supeditado, en cualquier caso, a que el Consejo de Seguridad de Nuclear (CSN) y el Ministerio de Medio Ambiente concedan las autorizaciones debidas. Si dan luz verde, "no puede haber ninguna duda de que se hará", señala el alcalde popular de Villar de Cañas, José María Sáiz. Máxime cuando ya se han adjudicado contratos por parte de Enresa y de las autoridades manchegas por unos 70 millones de euros.