
Desde 2022, América Latina y el Caribe han avanzado significativamente en la integración de las finanzas sostenibles (FS) en sus sistemas financieros, destacando en políticas, mercados e iniciativas colaborativas. La adopción de los Principios de Banca Responsable (PRB) de UNEP FI ha sido clave para alinear las estrategias bancarias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Acuerdo de París y el Marco Mundial de Biodiversidad. En 2024, UNEP FI sumó 37 nuevos Miembros, alcanzando 549 globalmente.
Marcos estratégicos y normativos. Uno de los avances más relevantes es el Climate Mitigation Journey (CMJ), un marco de gestión climática para bancos. En la región, el Marco Común de Taxonomías de Finanzas Sostenibles para ALC se ha convertido en una referencia clave para desarrollar taxonomías nacionales. Países como Colombia (2022), México (2023), Panamá, República Dominicana y Costa Rica (2024) han lanzado sus propias taxonomías, mientras que otros países como Brasil trabaja en la suya para 2025.
Los reportes de UNEP FI han impulsado el conocimiento sobre FS en la región, destacando estudios tales como ¿Cómo los bancos de ALC se adaptan al cambio climático y Mercados de Productos Financieros Sostenibles?: Lecciones aprendidas de España y América Latina y el Caribe (2023).
Crecimiento del mercado financiero sostenible
El mercado de bonos verdes, sociales y sostenibles ha crecido considerablemente, pasando del 9.3% de las emisiones de bonos en 2020 a casi el 35% en 2023. Los bonos soberanos ligados a la sostenibilidad (SLB) han adquirido protagonismo al vincularse con los compromisos climáticos de los países bajo el Acuerdo de París. Además, en 2022, los países de ALC crearon una Plataforma Regional de Cambio Climático, facilitando la cooperación entre gobiernos en políticas fiscales verdes.
Avances por países
Brasil es líder regional en FS desde los años 90. Desde 2023, los bancos deben informar sobre riesgos climáticos según el Task Force on Climate Related Financial Disclosures (TCFD). En 2024, avanzó en su Taxonomía Sostenible Brasileña (TSB), con lanzamiento previsto para 2025.
Colombia ha sido pionera con el Protocolo Verde (2012), actualizado en 2021. El Protocolo Verde es un acuerdo voluntario entre el sector financiero y gubernamental para avanzar la agenda de FS. En 2022, lanzó su Taxonomía Verde y en 2024 firmó el Protocolo Social, promoviendo diversidad e inclusión en el sector financiero. En 2024, fue anfitrión de la COP16 sobre Biodiversidad, donde la Asobancaria presentó su Programa Nacional de Biodiversidad.
Desde 2020, México ha desarrollado un marco de FS sólido. En 2022, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) lanzó una herramienta de autodiagnóstico ASG y riesgos climáticos para las entidades supervisadas. Además, Banxico (el Banco Central de México) creó una nueva dirección de Análisis y Políticas de Riesgos Ambientales y Sociales para gestionar estos riesgos en el sistema financiero. En 2023 publicó su Taxonomía Sostenible, y en 2024 lanzó el Programa de Formación en Finanzas Sostenibles y Criterios ASG, en alianza con la ABM y UNEP FI.
Desde 2012, Paraguay ha fortalecido su agenda en FS. En 2024, avanzó en su Taxonomía Verde y en la emisión de bonos sostenibles para ganadería. Perú lanzó en 2023 la Hoja de Ruta de Finanzas Verdes (2030), con enfoque en cambio climático, biodiversidad y economía circular, entre otros temas. También avanza en la implementación de la Taxonomía de Finanzas Verdes.
Desde 2019, Chile ha liderado la adopción de FS con la Mesa Público-Privada de Finanzas Verdes. En 2024, renovó su Acuerdo Verde, estableciendo seis grupos de trabajo enfocados en riesgos ASG, deuda temática, descarbonización, taxonomía, productos financieros sostenibles y divulgación. La Taxonomía chilena está en fase de implementación. En octubre de 2024, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó la Norma de Carácter General N°519, estableciendo la adopción de las normas NIIF S1 y S2 del International Sustainability Standards Board (ISSB). Esta nueva normativa actualiza los requisitos para la Memoria Anual Integrada, buscando elevar los estándares de transparencia y responsabilidad en gobierno corporativo, sostenibilidad e inclusión.
Ecuador en 2023 presentó su Marco de Bonos Verdes Soberanos. En 2024, creó la Mesa de Finanzas Sostenibles, con grupos de trabajo en taxonomía verde, riesgo financiero climático y divulgación. En 2019, Argentina estableció el Protocolo de Finanzas Sostenibles, renovado en 2024 con 37 bancos. Actualmente, desarrolla una calculadora de huella de emisiones financiadas y una taxonomía de empresas lideradas por mujeres.
Bolivia, que cuenta con una Mesa de Finanzas Sostenibles desde 2019, publicó en 2022 normas para la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles y en 2024 se lanzaron dos emisiones temáticas: un bono verde del BDP y un bono social con enfoque de género de BancoSol.
Uruguay, que cuenta con una Mesa de Finanzas Sostenibles desde 2021, lanzó en 2024 una herramienta para medir la huella de carbono en el sistema financiero. Panamá, Costa Rica y República Dominicana. Estos países han avanzado en la creación de taxonomías nacionales de FS y la implementación de regulaciones de riesgo ambiental y social en la banca.
Centroamérica (El Salvador, Honduras, Guatemala). En 2021, se creó la Alianza para las Finanzas Sostenibles, con una Hoja de Ruta para la FS en el Triángulo Norte. Seguros Sostenibles y la Declaración de Bogotá. Los Principios de Seguros Sostenibles (PSI) de UNEP FI han crecido en la región, sumando 18 miembros en 2024. Ese año se lanzó la Declaración de Bogotá sobre el Seguro Sostenible (DBSS), promoviendo resiliencia climática y social.
El V20-SIF (Sustainable Insurance Facility) está desarrollando herramientas de modelización del riesgo climático para bancos y seguros. En 2024, la Primera Mesa Regional del V20-SIF, realizada en Cali, promovió soluciones de seguros climáticos en la región.
Las finanzas sostenibles en América Latina y el Caribe han progresado notablemente en los últimos dos años, con avances en regulaciones, taxonomías, emisiones de bonos y estrategias nacionales. La integración de factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo no solo reduce riesgos, sino que también genera oportunidades para inversiones sostenibles y acceso a financiamiento internacional. La región, clave en la biodiversidad global y altamente vulnerable al cambio climático, refuerza su rol en la lucha contra el cambio climático, destacándose en la movilización de recursos para la sostenibilidad.