
Fomentar la igualdad entre hombres y mujeres es un elemento imprescindible para el progreso de la sociedad, y para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, en el marco de la Agenda 2030, porque no cabe duda de que únicamente la mitad de la población no podrá acometer los grandes retos que plantea el futuro. Por tanto, luchar para garantizar la igualdad de género debe ser un imperativo social para todos, para el sector público y privado de todas las naciones. Debe impregnar todas las esferas de nuestras vidas para hacer realidad un cambio de paradigma en el que todas y todos tengamos las mismas oportunidades.
Tal como reflejan las conclusiones de la pasada edición de la Barcelona Woman Acceleration Week (BWAW), si nos centramos en la industria, por ejemplo, en España existe una ocupación femenina inferior al 25%, con 700.000 mujeres profesionales por cada 2 millones de hombres en el sector. Y, del total, solo el 9% de las mujeres ocupan cargos de alta dirección como CEOs. Además, si nos enfocamos en las nuevas profesiones, como las relacionadas con la Inteligencia Artificial (IA), también hay una marcada infrarrepresentación, ya que sólo el 22% de mujeres se dedican a la IA, un terreno, en cambio, con una elevada empleabilidad.
Desde el Consorci de la Zona Franca de Barcelona tenemos un firme compromiso con la promoción de la igualdad, y con el reconocimiento del papel clave de la mujer en la economía, por ello, este año del 4 al 6 de marzo celebramos una nueva edición de la Barcelona Woman Acceleration Week (BWAW) en el edificio DFactory Barcelona. Un evento del que nos sentimos especialmente orgullosos, que una vez más volverá a convertirse en un altavoz único para poner en valor el talento femenino y debatir sobre los retos y oportunidades para el liderazgo femenino.
Para avanzar en la igualdad de género en el ámbito empresarial, España debe aspirar a una mayor paridad en las carreras de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Una situación que está mejorando poco a poco, con más mujeres en estas especialidades, que requiere de medidas urgentes para equilibrar la balanza, ya que el talento femenino es esencial para impulsar los cambios en la era de la cuarta revolución industrial.
A pesar de ello, datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados e Ingenieros Técnicos de España (COGITI) correspondientes al curso 2023-2024 muestran que las mujeres constituyeron el 24,8% del total de alumnos matriculados en grados de ingeniería. Aunque si echamos la vista atrás, esta cifra ha aumentado en los últimos 9 años un 27%, la tendencia es positiva a pesar de ser demasiado lenta. Asimismo, según datos del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU) las mujeres constituyeron el 16,2% de los matriculados en grados de informática, mientras que hace cinco años esta cifra descendía a poco más del 12%.
En definitiva, estos datos confirman que se están produciendo avances, pero es necesario intensificar los esfuerzos para lograr una mayor representación de la mujer en los estudios de ciencias, ya que eso posteriormente se verá reflejado en el mercado laboral.
La brecha de género parte de las escuelas y de las universidades, por ello, desde el ámbito educativo y empresarial debemos lograr motivar a las niñas y jóvenes, aportándoles referentes femeninos de mujeres que han triunfado, que han desarrollado carreras brillantes en profesiones tradicionalmente masculinizadas.
No podemos olvidar que la desigualdad se traduce en la pérdida de oportunidades para nuestra economía. Así, si se eliminara la brecha de género en el mercado laboral, según el último Índice ClosinGap elaborado por PwC, España podría aumentar su PIB en un 15,8%. En términos de empleo, acabar con la desigualdad supondría la creación de 2,9 millones de puestos de trabajo a tiempo completo. Aunque, según dicho informe, nuestro país requerirá 39 años para acabar con la desigualdad existente en el ámbito laboral.
Tal como reflejan datos del European Institute for Gender Equality una sociedad más igualitaria en materia de género tendría un fuerte impacto en el PIB del conjunto de la UE. Así, de cara a 2050, la mejora de la paridad conduciría a un aumento del PIB per cápita de entre el 6,1 y 9,6%, lo que supondría de 1,95 a 3,15 billones de dólares. Unas cifras muy alentadoras, fiel reflejo de que la paridad es sinónimo de mayor riqueza, y de progreso social.
Para nosotros la paridad es un objetivo estratégico, que impregna toda la actividad que desarrolla el CZFB. Por ello, en el año 2020 creamos el Consejo de la Mujer de la Zona Franca, el primer organismo de estas características para favorecer la perspectiva de género en el ámbito industrial, trabajamos con los más jóvenes en iniciativas como "Feel the ZF Power", que consiste en acercar a las niñas y adolescentes a las empresas que forman parte de la Zona Franca, para que conozcan en primera personas proyectos en los que podrían desarrollar sus carreras; e impulsamos eventos catalizadores del cambio, como BWAW.
Tal como afirmó la filósofa y activista Simone Weil "La igualdad es una necesidad vital del alma humana". Si aspiramos a un futuro mejor, más próspero para todos, desde el sector público y privado debemos aunar esfuerzos para alcanzar la paridad en todos los ámbitos de la vida económica y social, porque la igualdad es un derecho fundamental. Todos tenemos la posibilidad de contribuir a acelerar el proceso de cambio para construir una sociedad más próspera e inclusiva.
Blanca Sorigué, es la directora general del Consorci de la Zona Franca de Barcelona.