
Integrar la automatización y la inteligencia artificial (IA) en la gestión de las cadenas de suministro es esencial para el éxito y la sostenibilidad del comercio electrónico, ya que permite a los proveedores logísticos dar pasos de gigante en la mejora de factores clave como la planificación de la demanda, el aprovisionamiento, la estandarización de procesos y la optimización de la entrega en la última milla.
La aplicación de estas innovaciones permite mejorar la eficiencia. Gracias a funciones como el seguimiento de los envíos en tiempo real y el análisis predictivo, entre otras, es posible optimizar la operativa y agilizar la toma de decisiones. Cuesta entender así que siga habiendo proveedores logísticos anclados en procesos tradicionales y obsoletos que no aprovechan proactivamente el potencial de tecnologías digitales avanzadas como los robots de picking asistido, los modelos «mercancía a persona», la analítica de datos basada en IA o el aprendizaje automático. Todas ellas, claves para optimizar las operaciones y la asignación de recursos, automatizar los flujos de trabajo y adaptarse dinámicamente a los cambios de la demanda en tiempo real.
Para integrar a la perfección las tecnologías existentes y las nuevas en el proceso logístico hay que establecer una plataforma de orquestación que coordine todos y cada uno de los pasos. El objetivo es crear una cadena de suministro verdaderamente conectada y con capacidad de respuesta para mejorar la eficiencia, la resiliencia y la optimización de costes.
El comercio electrónico se encuentra en España en un periodo de transformación acelerada y genera unas expectativas altamente optimistas, marcadas por un fuerte crecimiento y una importante evolución tecnológica. Según los datos aportados por CBRE, se prevé que el valor del mercado e-commerce en España supere los 65.000 millones de euros en 2025 y represente alrededor del 14% del total de ventas en el país, casi el doble del 8,7 % registrado en 2020.
En este contexto, las empresas locales y los proveedores de logística que aún no lo hayan hecho, o no lo suficiente, tienen la necesidad acuciante de reconsiderar cómo la automatización y la IA pueden ayudarles a seguir el ritmo del crecimiento previsto y la oportunidad de aplicarlas a su operativa. Esto mejorará y agilizará el intercambio automatizado de datos y la supervisión de procesos, lo que les permitirá predecir mejor los riesgos, mitigar las interrupciones e impulsar las actividades, especialmente aquellas ligadas al e-commerce.
La orquestación de almacenes ayuda a los proveedores logísticos a equilibrar los recursos humanos, robóticos y automatizados para realizar el trabajo. Optimiza dinámicamente la mano de obra, garantizando que los robots autónomos y los trabajadores colaboren eficazmente para dar salida a los pedidos prioritarios. Esta sincronización elimina los cuellos de botella en los procesos de picking, embalaje y entrega al cliente.
Tecnologías como los robots de picking asistido están transformando así la logística y las cadenas de suministro, sobre todo en el entorno e-commerce que cuenta con elevados picos de demanda. Estos robots navegan eficientemente por el espacio de almacén recorriendo muchos kilómetros al día y permitiendo a los trabajadores centrarse en tareas más especializadas y estimulantes, además de darles un plus de seguridad al no tener que enfrentarse a una actividad tan física. El resultado es un incremento de la productividad que puede alcanzar hasta el 250 por ciento en esta tarea concreta del picking.
Muchas cadenas de suministro todavía tienden a operar de forma reactiva. Para superar este reto, los proveedores logísticos han de desplegar estratégicamente una automatización proactiva y flexible que permita a las cadenas de suministro adaptarse a la volatilidad de la demanda. Por ejemplo, en DHL Supply Chain estamos colaborando con actores clave del espacio de la integración de sistemas para complementar nuestra cartera de robótica y automatización con una integración rápida (plug-and-play) y un flujo de datos continuo y armonizado que siente las bases para la orquestación de almacenes.
Además, el equipo utiliza IA para limpiar y analizar datos, ayudando a optimizar la distribución de los almacenes, las plantillas y la gestión del inventario. También apostamos por el despliegue de herramientas de datos y análisis como IDEA, que utiliza un avanzado algoritmo de IA para hacer más eficaz el cumplimiento electrónico, u OptiCarton, una solución de IA para optimizar el embalaje de cajas.
No se trata sólo de desplegar tecnología; la capacitación de los empleados para supervisar a los robots y colaborar con ellos es de suma importancia. El debate sobre si los robots sustituirán o no a las personas es comprensible, pero infundado. El objetivo de incluirlos en los procesos logísticos no es no es que nos reemplacen, sino automatizar ciertas actividades y trabajar en simbiosis en las tareas más pesadas o mecánicas del entorno de almacén.
En el ámbito de la robótica industrial, estas tareas se engloban en lo que se llama las "Cuatro D" atendiendo a las siglas de las labores más "Dirty, Dull, Distant, and Dangerous" (sucias, repetitivas, distantes y peligrosas). Estos son los tipos de tareas en las que los robots colaborativos y la inteligencia artificial pueden ayudar eficazmente a las plantillas, pero no es menos cierto que las empresas han de ofrecer oportunidades de formación y reciclaje a las personas cuyas funciones se externalicen a robots, permitiéndoles la transición a otras especializaciones dentro del campo de la logística. Numerosas empresas también están aprovechando la automatización para aumentar el rendimiento dentro de su espacio y con los recursos existentes.
Es evidente que la adopción de la robótica colaborativa y la IA está ganando impulso en el sector logístico. Cómo las empresas la integran en su cultura y sus prácticas empresariales es, sin duda, la clave del éxito… o del fracaso.