Opinión

La apuesta por el transporte aéreo para promover la sostenibilidad

  • Innovación tecnológica, combustibles sostenibles y colaboración público-privada, claves para una aviación 'cero emisiones'
     
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Desde hace años, la sostenibilidad medioambiental se ha convertido en un tema central en las agendas globales, influyendo en las decisiones que toman gobiernos, empresas y, cada vez más, los ciudadanos. La preocupación por las emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero, ha crecido de manera constante alcanzando niveles insostenibles para nuestro planeta a medio y largo plazo.

El transporte, tanto de pasajeros como de mercancías, es responsable de aproximadamente el 20% de las emisiones mundiales de CO2. Dentro de este sector, la movilidad por carretera genera cerca de tres cuartas partes de dichas emisiones, seguido por la aviación y el transporte marítimo. El ferrocarril, en cambio, es la opción más sostenible con diferencia, lo que ha llevado a muchas voces a abogar por un mayor uso del tren en distancias cortas. Sin embargo, cuando se trata de trayectos largos, la aviación sigue siendo insustituible.

A pesar de que la aviación no es el mayor responsable de las emisiones dentro del sector transporte, a menudo se la señala como si fuera la única culpable. Desde su auge en los años 90, el transporte aéreo ha desempeñado un papel fundamental en la conectividad global, acortando distancias, facilitando el comercio internacional y conectando culturas. Ha sido un motor clave para el crecimiento económico, pero su impacto ambiental no ha pasado desapercibido. A medida que crece la preocupación por el cambio climático, la aviación se encuentra ante el reto de adaptarse y encontrar formas de reducir su huella de carbono.

El futuro de la aviación sostenible pasa por una serie de avances tecnológicos que están en marcha. El objetivo global es claro: lograr una aviación libre de emisiones para 2050. Sin embargo, este es un desafío ambicioso, ya que la aviación sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles. Actualmente, la electrificación, que ha demostrado ser una solución viable en otros sectores como el transporte por carretera, no es una opción factible para la aviación a corto plazo. Lo mismo ocurre con el hidrógeno verde que, aunque se está desarrollando rápidamente en otros sectores, su aplicación en la industria aeronáutica aún está lejos de ser una realidad.

La alternativa más prometedora para descarbonizar el transporte aéreo es el uso de combustibles sostenibles de aviación, conocidos como SAF (por sus siglas en inglés, Sustainable Aviation Fuels). Este tipo de combustible tiene el potencial de reducir entre un 60% y un 100% las emisiones de los vuelos en comparación con los combustibles tradicionales. Tanto las aerolíneas como las autoridades están apostando por el SAF, invirtiendo recursos significativos en su desarrollo. Sin embargo, este tipo de combustible todavía enfrenta importantes barreras, principalmente en lo que respecta a los costes de producción y distribución, que son considerablemente más altos que los del queroseno convencional.

Para que el SAF se convierta en una alternativa viable y competitiva, es necesario un enfoque colaborativo. Las aerolíneas no pueden asumir por sí solas el coste de la transición hacia un modelo más sostenible. Es crucial que los gobiernos y los organismos internacionales apoyen esta transformación, invirtiendo en infraestructuras que permitan la producción y distribución a gran escala del SAF. Además, las políticas públicas deben alinearse con estos objetivos, fomentando el uso de combustibles sostenibles y creando incentivos para que el sector aeronáutico pueda alcanzar las metas de descarbonización.

El camino hacia una aviación más sostenible ya está marcado, y aunque los retos son considerables, también existen grandes oportunidades para aquellos que decidan liderar el cambio. La innovación tecnológica, la inversión en combustibles sostenibles y la colaboración entre el sector privado y los gobiernos son fundamentales para alcanzar el objetivo de una aviación libre de emisiones para 2050.

La sostenibilidad no es solo una responsabilidad ambiental, sino una oportunidad para que la aviación lidere el camino hacia un futuro más limpio y eficiente. Los actores que apuesten por el cambio tendrán la oportunidad de aprovechar los beneficios de un transporte aéreo más respetuoso con el medio ambiente y económicamente viable a largo plazo.

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