
Uno de los aprendizajes que hemos sacado de los últimos acontecimientos que han afectado de manera muy significativa a nuestra economía –la pandemia de la Covid-19, la invasión de Ucrania o la crisis energética– es la importancia que tiene la industria. Un motor clave para crear empleo y, con ello, generar riqueza y mejorar el contexto social. Así, el sector industrial es un pilar básico de las economías avanzadas y genera en España 2,8 millones de puestos de trabajo de forma directa.
Sin embargo, cuando analizamos los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, llama la atención que, a pesar de que la industria es el segundo sector que emplea a un mayor número de mujeres (766.100 ocupadas), se encuentra todavía a gran distancia del primero, que es el sector servicios (8.354.900 empleos).
Además de una cuestión de igualdad, la inclusión del talento femenino en el sector industrial es también un asunto capital para su supervivencia a medio y largo plazo. La industria española afronta el desafío del relevo generacional, en el que el tiempo juega en contra.
No se trata sólo de reducir la edad media de los profesionales, sino de incorporar al día a día de las empresas a nuevas generaciones cualificadas para aplicar toda la innovación, la tecnología y la digitalización que el sector industrial está poniendo en marcha para mejorar la competitividad y abordar retos como la descarbonización. Y todo esto no puede hacerse sin contar con las mujeres.
La industria papelera española no es ajena a esta situación. Según los datos más recientes, referentes al año 2023, el sector papelero contaba con 16.964 empleos directos y alrededor de 84.800 empleos indirectos. Se trata de empleos que destacan por ser de calidad y estables, el 92% de los puestos del trabajo son fijos, con una rotación muy baja.
Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos por incorporar más mujeres al sector, que han tenido lugar en los últimos años, sólo el 16% de personas trabajadoras del sector papelero son mujeres y su presencia es históricamente más reducida en los puestos operativos de las fábricas, donde su presencia representa tan solo un 6% del total.
Detrás de cada producto papelero que sale al mercado (envases, papel higiénico, servilletas, libros, revistas…) hay un equipo humano que trabaja todos los días en las 74 fábricas que la industria papelera tiene actualmente en España, garantizando la excelencia en cada paso del proceso.
Se trata de plantillas multidisciplinares con formaciones muy variadas, que van desde ingeniería química o industrial hasta analista de laboratorio, electricidad o mecánica y que ocupan posiciones como operarios y operarias de fábrica, almacén, producción, calidad o mantenimiento. Todos ellos son puestos que ya ocupan mujeres, que trabajan en el sector papelero con las mismas oportunidades que los hombres y que son un ejemplo para que más mujeres elijan desarrollar su carrera profesional en nuestra industria.
Para ello, desde la industria papelera estamos trabajando para promover la incorporación de más mujeres a nuestro sector. Esto pasa por desmitificar la idea de que la industria es un sector poco atractivo, subrayando su importancia económica, la diversidad de salidas laborales de calidad que ofrece y su compromiso con la sostenibilidad.
Además, es imprescindible trabajar en la promoción de la formación técnica entre las mujeres desde edades tempranas, garantizar la igualdad de oportunidades en los procesos de selección, así como promover programas de mentoría y desarrollo profesional que apoyen el crecimiento y el impulso de las mujeres en roles de liderazgo.
En este sentido, recientemente desde ASPAPEL hemos puesto en marcha una campaña que rinde homenaje a todas las mujeres que dejan cada día su huella en esta industria bajo el título 'Mujeres en la industria del papel'. Se trata de un vídeo que comparte historias inspiradoras de mujeres que ocupan puestos operativos en fábricas papeleras y que son un referente para atraer talento femenino de las nuevas generaciones.
En definitiva, como parte esencial del proceso de reindustrialización en el que Europa está inmersa, hay que impulsar políticas efectivas que consigan revertir la tendencia actual y atraer más talento femenino hacia la industria, porque no podemos permitirnos perder todo el valor y talento que supone su presencia en nuestras fábricas.
Desde ASPAPEL, seguiremos trazando el camino para que más mujeres se sientan atraídas por desarrollar su carrera profesional en nuestro sector.