
Hace algunas semanas conocimos el anuncio de la Comisión Europea sobre el sector de la distribución y venta de billetes de tren, cuyo efecto inmediato es el compromiso de Renfe de permitir a las plataformas independientes de venta de billetes el acceso a datos en tiempo real, las mismas tarifas, funcionalidades y contenidos. En este sentido, la propia comisaria Vestager incide en los beneficios que estos compromisos supondrán para la libre competencia, desde unos servicios ferroviarios más asequibles para los usuarios hasta el fomento de una forma de viajar máas respeutosa con el medio ambiente.
Esta decisión representa la última de una serie de investigaciones, a nivel nacional y europeo, de autoridades de competencia a incumbentes ferroviarios en diferentes países. En junio de 2023 la autoridad alemana dictaminó que Deutsche Bahn estaba incurriendo en prácticas anticompetitivas al restringir el acceso a los mismos datos, tarifas, prestaciones y contenidos al resto de plataformas rivales. Además, ponía de manifiesto que la imposición de unos niveles de remuneración excesivamente bajos por parte del incumbente alemán para las plataformas independientes, ponía en peligro la viabilidad económica del sector, limitando de este modo la competencia en favor sus canales de venta propios.
En un entorno liberalizado, el papel que juegan las plataformas digitales independientes de distribución de billetes en el sector ferroviario es más necesario que nunca para usuarios y el crecimiento del sector ferroviario. Las plataformas de ticketing hacen más atractivo el tren, atrayendo a más usuarios al facilitar el acceso a las mejores opciones de viaje a los mejores precios. Asimismo, facilitan el proceso de planificación de viaje y compra de billetes, que a menudo requiere la adquisición de billetes de varias compañías ferroviarias u otros medios de transporte, en un solo pago a través de una ventanilla única digital.
De la misma manera, desarrollan servicios y productos adicionales que no sólo mejoran la experiencia de los usuarios, sino que también facilitan el ejercicio de sus derechos a través de diferentes funcionalidades; siempre y cuando estas plataformas tengan acceso a datos en tiempo real y colaboren con los operadores ferroviarios para facilitar su integración técnica.
Asimismo, fomentan la competencia y los efectos positivos asociados, como mejoras en el servicio o precios más asequibles al ofrecer la misma visibilidad a todos los operadores, tanto al incumbente como a los recién llegados; un efecto que también disfrutan los operadores nacionales cuando entran en otros mercados europeos.
Finalmente, las plataformas independientes de ticketing tienen un papel destacado en la creación de cadenas de movilidad intermodal al facilitar la combinación de varios medios de transporte de pasajeros sostenible de manera fácil y accesible. Ésta es una cuestión clave para lograr los objetivos de descarbonización en el transporte.
En resumidas cuentas, las recientes actuaciones de las diferentes autoridades de competencia en el sector de la distribución de billetes de tren en Europa, ponen de manifiesto una situación de vacío normativo que debe ser abordada a través de la introducción de un marco regulatorio que establezca una igualdad de condicioness y asegure una competencia efectiva en sector.
Dos cuestiones principales emergen como prioritarias para asegurar la plena liberalización del ticketing y el establecimiento de un régimen de competencia efectiva que favorezca a usuarios y al sector ferroviario en su conjunto.
Primero, el acceso paritario a los mismas tarifas, prestaciones y contenidos de carácter comercial, así como datos en tiempo real. Los primeros son esenciales para poder ofrecer a los usuarios todas las opciones de viaje, y los segundos para poder reorganizar viajes cuando alguna incidencia impacte el trayecto en tiempo real, así como para establer cadenas de transporte multimodal funcionales.
En segundo lugar, establecer un marco de remuneración justo para las plataformas de venta de billetes. Esto supone el establecimiento de unos niveles que garanticen una competencia leal entre las plataformas independientes y los canales de venta propios de los operadores, así como evitar posibles prácticas dirigidas a expulsar a la competencia del mercado. A nivel de la UE existen fórmulas como el LRAIC (coste incremental promedio a largo plazo, por sus siglas en inglés), ampliamente establecidas para establecer estos márgenes en sectores previamente liberalizados como las telecomunicaciones.
En un momento en el que estamos abriendo el debate sobre la segunda fase de la liberalización ferroviaria, no podemos pasar por alto que este proceso no sólo consiste en la libre competencia entre operadores sino también entre sus canales de venta y las plataformas independientes de ticketing. De lo contrario, no aprovecharemos todo el potencial de la liberación de nuestro sistema ferroviario y el mayor perjudicado será el usuario del tren, que no podrá disfrutar de todos los beneficios esta conlleva.
La próxima Ley de Movilidad Sostenible anunciada por el Ministerio de Transportes, entre cuyas prioridades se encuentra precisamente el fomento del ferrocarril, la digitalización y la multimodalidad, ofrece una oportunidad única para abordar estas cuestiones, regulando el sector e impulsando el transporte de pasajeros sostenible y la intermodalidad en nuestro país.