Opinión

Empresas familiares y resiliencia

Madridicon-related

Este mes de agosto se celebra el Día Mundial del Emprendimiento, un concepto de un protagonismo esencial para un sistema económico de éxito que genere bienestar social. Los empresarios, sus empresas y el empleo que crean son la columna vertebral de nuestra economía. En España son particularmente importantes las empresas familiares: el 85% de las empresas españolas tienen como accionista de referencia a un grupo familiar.

A priori, podemos pensar que este tipo de empresas son más vulnerables a la hora de enfrentarse a grandes crisis como la derivada de la Covid-19. Sin embargo, un reciente estudio publicado por expertos de International Private Bank de Deutsche Bank, ha concluido, sobre la base de la observación de empresas familiares cotizadas en Alemania, que bajo circunstancias comprometidas estas empresas se desenvuelven mejor que sus competidores.

Por ejemplo, mientras que durante la primera fase del Covid los precios de las acciones de las empresas familiares se desplomaron un 23,7%, las empresas sin un accionista familiar de referencia vieron caer sus precios aún más: un 30,7%.

Pero su resiliencia también se reflejó en su recuperación, que fue mucho más rápida. De acuerdo con este estudio, los precios de las acciones de las empresas familiares volvieron a los niveles anteriores a la crisis tres semanas antes que los del resto de compañías.

Este tipo de sociedades ha mostrado una especial resistencia en las crisis

Asimismo, también presentarían una rentabilidad superior. Y es que mientras su rentabilidad sobre los fondos propios (RoE) fue del 7% de media en 2020, la de las empresas sin un grupo familiar de referencia fue, de media durante el mismo período, del -11%.

Y los expertos apuntan varios factores que caracterizan y favorecen a las empresas familiares. Uno de ellos es la vinculación emocional entre inversor y empresa. Como inversores ancla, los fundadores y sus familias presentan una mayor unión con la empresa que otros inversores. Este hecho, que les lleva a enfocar el éxito empresarial en el largo plazo aporta, especialmente en tiempos de crisis, mayor estabilidad a sus negocios.

Asimismo, los analistas destacan que las empresas familiares suelen tener una gestión centralizada, lo que favorece la rapidez en la toma de decisiones. Esto les permite reaccionar con agilidad ante situaciones de crisis y adaptarse prontamente a condiciones cambiantes. El hecho de que los miembros de la familia suelan ocupar puestos directivos acorta mucho los canales de decisión. Igualmente, las empresas familiares cuentan a menudo con una base de capital más conservadora, lo que les ofrece estabilidad ante una crisis repentina, asegurando la liquidez necesaria en condiciones de mercado difíciles.

Esta combinación de elementos -visión de largo plazo, procesos de toma de decisiones rápidos y estabilidad financiera- debe ser la referencia para los nuevos emprendedores a la hora de construir sus negocios y para equiparse de cara a crisis futuras.

Aunque el éxito del emprendimiento no siempre ha seguido los mismos estándares, sino que ha evolucionado y evoluciona atendiendo a las particularidades propias del contexto socioeconómico. Así lo hemos confirmado, sobre todo a raíz de la pandemia, que ha supuesto un punto de inflexión en nuestras vidas y en la economía, trayendo tendencias y aspectos diferenciales como la apuesta por la sostenibilidad, la digitalización o el apoyo a lo local, que han venido para quedarse.

En este sentido, el Día Mundial de los Emprendedores reconoce en todo el mundo el esfuerzo de las personas que inician una aventura empresarial y busca concienciar sobre la importante contribución de estos comienzos a la innovación y al desarrollo económico.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky