
La población de Arabia Saudita -30 millones de habitantes-, ejerce gran presión sobre los hidrocarburos, principal industria del país. De la producción actual, unos nueve millones de barriles diarios, el país consume casi un 30%. Su población es una gran demandante de energía por dos motivos: es barata -está subvencionada- y la climatología exige el uso del aire acondicionado seis meses al año.
La Administración saudí ha reaccionado ante la inminente llegada de un mundo más sostenible con un Programa Nacional de Transformación (NTP 2030) orientado a cambios sociales y diversificación de la economía, centrada hoy en el sector del oil&gas. Existen muy pocos MWs de energía renovable instalada en el país. En solar fotovoltaica, la capacidad total no supera los 20MWs, aunque ya está en construcción la primera fase de la planta de Layla (de 13MW) y en breve se iniciarán las obras de la planta solar fotovoltaica de Sakaka (de 300MW).
El NTP 2030, liderado por el príncipe Mohammed bin Salman, contempla el desarrollo de las energías renovables como un área estratégica para equilibrar el mix energético del país y para crear una industria local especializada. El objetivo marcado considera una potencia instalada de 3,45GW de energía renovable en 2020 y 9,5 GW en 2023, con el siguiente reparto: 6GW de energía solar fotovoltaica; 2 GW de eólica; 1 GW de Concentrated Solar Power y, el resto, repartidos entre biomasa y geotérmica. Ese programa de energías renovables está liderado por Repdo (Renewable Energy Program Development Office), entidad del Ministerio de Energía, Industria y Recursos Mi-nerales e integrada por las entidades involucradas en el sector energético del país: Kacare, Autoridad Reguladora de Electricidad y Cogeneración, Saudi Aramco y Saudi Electricity Company (SEC).
Repdo emitió en 2017 la primera ronda de proyectos con 300MW de solar fotovoltaica y 400MW de eólica. Esta licitación está abierta a los Independent Power Producers locales e internacionales interesados en un modelo comercial Build Own and Operate, en el que SEC es la empresa compradora de la energía generada durante 25 años. En estos proyectos han participado empresas eléctricas y energéticas europeas, así como Independent Power Producers (IPPs) internacionales. En paralelo, el grupo japonés SoftBank anunció en marzo su objetivo de instalar 200GW de energía solar en Arabia Saudí para el 2030, de los que 3GW se adjudicarán este año. Esta inversión se realizará conjuntamente con el fondo soberano saudí.
No existen en el país empresas locales con experiencia en energías renovables. Y tampoco pueden proveer los productos y servicios que requiere este sector. La Administración saudí quiere que las renovables sean una fuente de generación de la empresa privada local: exi-ge un mínimo de contenido local del 30% del Capex del proyecto. Este objetivo de contenido local (saudización) irá incrementando progresivamente. Para adquirir la experiencia y conocimientos necesarios, empresas saudíes están realizando adquisiciones o joint ventures con empresas que les proporcionan el conocimiento necesario. Adbul Latif Jameel adquirió la española Fotowatio Renewable Ventures en 2015, Al Gihaz participa en el 50% de la sucursal en la zona de la alemana Belectric y empresas españolas como Ortrat, Power Electronics, PVHardware, Exera o Energoya han tomado medidas para ofrecer este contenido local.
Arabia Saudí es el primer socio de España en Oriente Medio, con unos intercambios anuales que oscilan entre 5 y 7.000 millones de euros. El país árabe ha emprendido un camino muy ambicioso de diversificación y modernización económica. La Visión 2030 prevé la apertura de su economía hacia nuevos rumbos en los que el sector privado será un actor protagonista. De hecho, el Gobierno saudí ha emprendido un proceso de cambio de legislación para ofrecer mayores garantías jurídicas a las empresas extranjeras que participan en la economía del país.
Los sectores post-petróleo que van a ser priorizados -como el de renovables- tienen una excelente oportunidad de negocio. A las empresas españolas, líderes en el sector de las renovables, se les presentan oportunidades excepcionales. Estas afectan al suministro de equipos y a todo tipo de servicios relacionados. Las empresas que quieran participar de esas oportunidades tienen que tener capacidad para analizar el mercado y detectarlas; para identificar los recursos económicos y humanos necesarios; para acceder solos o con un partner local adecuado y capacitado; para entender y adaptarse a la cultura local para hacer negocios y para apoyarse en asesores (abogados, consultores, etc.) con mentalidad empresarial y con pleno conocimiento de la cultura empresarial y del mercado saudí.