
La mayoría de los estudiantes entra en la universidad pensando que adquirirán todos los conocimientos sobre el sector escogido y terminarán con un pie en el mundo laboral. Pero, ¿realmente salen suficientemente preparados para dar el salto a las empresas?
El expediente académico es importante, es un reflejo del esfuerzo y del nivel de aprendizaje adquirido, pero la teoría no servirá de nada hasta que no se ponga en práctica. La facultad es solo un lugar de paso, y las empresas no se fijarán únicamente en el título o las notas, sino que cada vez más valoran otros aspectos, como la experiencia y las soft skills. Además, haber puesto en práctica los aspectos teóricos aprendidos durante la carrera servirá para que, una vez acabados los estudios, el alumno tenga más claro dónde dirigirse, qué le gusta más y menos y qué quiere experimentar.
La realización de prácticas profesionales, tanto durante el periodo de estudios como al finalizar estos, es la mejor opción para adquirir experiencia real en las empresas, lo que aumentará las posibilidades de conseguir un trabajo en el futuro, además de conseguir contactos y una visión real de lo aprendido.
En este sentido, desde Unono, agencia digital especializada en reclutamiento 'millennial', resaltamos los valores que se adquieren durante la realización de prácticas profesionales y que no se enseñan en la universidad:
Aprender a "hacer"
Es el momento de poner en práctica todo lo aprendido.
Funcionamiento del mundo laboral
Cada vez más las universidades reconocen la importancia de preparar a sus alumnos para el mundo real, y emplean métodos como presentaciones o casos prácticos, de cara a la introducción al futuro empresarial.
Capacidad de resolución de problemas y gestión del estrés
Los becarios adquieren responsabilidades y funciones en cuyo desempeño podrán enfrentarse a conflictos internos o problemas con los clientes. De este modo, podrán desarrollar la capacidad de lidiar con ellos y afrontar la resolución de problemas reales.
Organización, responsabilidad, compromiso y disciplina
Son soft skills que en la universidad se ponen en práctica, pero no siempre al mismo nivel que otro tipo de destrezas. Saber que el trabajo que realiza un becario en prácticas genera impacto real, y es importante para la empresa, hace que se involucre más para responder como se espera de ellos.
Habilidades comunicativas e interpersonales
Son otras soft skills que las empresas tienen en cuenta a la hora de contratar y retener talento. Una empresa funciona realmente bien y desarrolla mejores ideas si el ambiente de trabajo es bueno, cuando todos los empleados se involucran y trabajan en equipo, si son capaces de ser multitarea e involucrarse no solo con sus responsabilidades, sino también ayudar a sus compañeros cuando lo necesiten, etc.
Adquisición de contactos profesionales
Los periodos de prácticas representan una estupenda oportunidad para conocer a profesionales que, además de aportarles conocimientos, podrán recomendarles y ayudarles a buscar un empleo cuando llegue el momento de la partida. Acumular buenos contactos profesionales es uno de los aspectos más valiosos de la experiencia vivida.
Descubrir qué te gusta dentro de tu sector
Por lo general, una carrera se diversifica en diferentes ramas o subsectores. A través de las prácticas puedes descubrir qué parte de la profesión que has elegido te atrae más, comprobar que aquella área que te llamaba más la atención en la universidad no te gusta tanto en el entorno laboral real, o entrar en contacto con nuevas posibilidades profesionales que ni siquiera contemplabas.