
El móvil de la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, está saturado desde el pasado miércoles. Según dicen en Génova, no deja de recibir mensajes de diferentes miembros del PP que giran en torno a un mismo asunto: el embargo de la sede de Génova. El causante de esta oleada de whatsapps no es otro que Albert Rivera.
El líder de Ciudadanos no se amilanó durante su intervención en el pleno extraordinario en el Congreso de los Diputados centrado en la Gürtel y la presunta financiación ilegal del Partido Popular. Así, Rivera deslizó que el PP "tiene hasta la sede embargada" por la fianza de 1,2 millones que la Justicia impuso al partido en 2016, por no haber tributado los donativos recibidos años atrás.
Aunque el PP pagó poco después esa cantidad y evitó el embargo, a muchos les empezaron a entrar dudas. De hecho, se comenta que una de las primeras que formuló la citada pregunta a Martínez de Castro fue la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Ella inició un aluvión de mensajes que aún no ha finalizado.