
Los ciberataques y las violaciones de datos se han convertido en norma general para las empresas y los clientes están acostumbrados a recibir avisos sobre fugas de datos, robos de información y piratas informáticos. Sin embargo, las empresas no son el único blanco.
Los ciberdelincuentes buscan cualquier punto flaco de seguridad y, con frecuencia, los particulares son el eslabón más débil de la cadena de la seguridad cibernética, ya sea en el trabajo, en el aula o cuando se encuentran de vacaciones. En el contexto de la seguridad de la información, la ingeniería social (también conocida como piratería informática social) consiste en la manipulación psicológica de las personas con el fin de incitarlas a actuar de una manera determinada o a revelar información confidencial. Aunque no existe un método cien por cien fiable para garantizar la seguridad cibernética individual, hay algunas precauciones sencillas que podemos tomar:
Ten cuidado con las WiFi públicas gratuitas y otras redes inalámbricas. Asegúrate de estar conectado a un punto de acceso legítimo. Si viajas por negocios o trabajas en un espacio público, conéctate a la red privada virtual de tu empresa (VPN) que encripta el tráfico entre tu ordenador e internet. Desactiva el uso compartido de archivos cuando estés utilizando un punto de acceso WiFi público y gratuito y trata de minimizar la cantidad de datos personales sensibles almacenados en tus ordenadores y dispositivos móviles. Las operaciones bancarias y las compras por internet sólo deben hacerse desde un dispositivo de tu propiedad y en una red segura. Además, cierra sesión una vez que hayas terminado de usar una cuenta.
Es necesario crear contraseñas complejas que son difíciles de adivinar y cámbialas a menudo. Asegúrate de no volver a usar nunca una misma contraseña en otro sitio web o cuenta y no compartas tu contraseña con otras personas ni la escribas en un papel. Hay buenos gestores de contraseñas por internet (por ejemplo, LastPass) que generan y almacenan contraseñas seguras para los usuarios.
Evita el uso de la función 'guardar contraseña' que ofrecen muchas aplicaciones y sitios web. Esta función es muy cómoda y útil, pero también plantea riesgos de seguridad.
Haz copia de seguridad de tus datos regularmente y asegúrate de que tu software antivirus, aplicaciones y programas estén actualizados. Deshazte regularmente de datos innecesarios. Además, se debe comprobar la configuración de privacidad en tus dispositivos móviles y medios sociales y controla todo lo que compartes a través de las redes sociales. Los delincuentes pueden hacerse amigos tuyos y acceder fácilmente a una cantidad sorprendente de información personal, como tu lugar de trabajo o saber cuándo estás de vacaciones.
Ten cuidado con las aplicaciones móviles que instalas y presta especial atención a los permisos que estas te solicitan. Al instalar una aplicación en un dispositivo o navegador puedes controlar a qué información o características le permites acceder.
Piénsatelo bien antes de hacer clic en enlaces que te envíen por email, sobre todo si provienen de un emisor desconocido. Si se trata de un correo inesperado o sospechoso por la razón que sea, no lo abras. Comprueba la URL del sitio al que te lleva el enlace: los malhechores se aprovechan de errores ortográficos para dirigirte a un dominio dañino.
No conectes una unidad USB desconocida en tu ordenador. El USB puede estar infectado con un programa de malware que puede a su vez infectar tu ordenador. No dejes nunca dispositivos al alcance de cualquiera. Si tienes que dejarlo bloquéalo para que nadie pueda usarlo mientras estás fuera.