Opinión

La Administración Pública y la Ciudadanía

  • La Administración tiene un gran poder acumulado

Las Administraciones Públicas (AAPP) han sido creadas para servir a los ciudadanos de su ámbito, ya fuere pueblo o ciudad, comunidad o nación, dotándose de los medios necesarios para que los pueblos y ciudades sean acogedores y útiles. Como quiera que el número de personas es creciente y la pauta de vida es cambiante, el papel de las AAPP requiere personas bien formadas, medios para hacer y mantener las leyes, para facilitar la producción innovación, la venta y, en general, para el bienestar y el progreso. Las AAPP tiene un gran poder acumulado que va desde los pueblos hasta el conjunto del país. Ese poder, debe usarlo debidamente, para el bien presente y futuro de sus ciudadanos, lo que, con el tiempo, requiere adecuarse a los cambios y mejorar en todos los ámbitos que le compete, lo que no es fácil.

Cada uno de los niveles de las AAPP tiene una función, que persigue la mejora continua de la vida de la población. Para conseguirlo se crean nuevos empleos que, también pudieran ser interesantes para algunas personas del partido dominante en cada Comunidad Autónoma, lo que les hace más afectos a ellos y sus familias, lo que no siempre es recibido como algo deseable porque suele ir acompañado de nuevas cargas fiscales como, por ejemplo, hacer que los pisos no habitados tengan que pagar una tasa y que también deban de hacerlo los Bancos por sus cajeros ubicados fuera de su espacio interior. Es obvio que el piso vacío está a la espera de un comprador, de alguien de la familia o de un usuario que pague por el uso. Por su parte, el Banco trata de hacer más fácil y rápida la operación que lleva al cliente a la oficina más cercana de su casa. Estas tasas gravan a quienes las pagan sin aportarles nada nuevo, y solo sirven para ampliar los ingresos del Ayuntamiento y para colocar algún parado del partido a costa de los bancos y ciudadanos. El gobierno de la nación tiene que obtener los medios financieros necesarios para la mejora continua del país. También, debe cuidar de que la ganancia de los ciudadanos no se malbarate, por lo que ha de velar por sus gastos, los de las Comunidades Autónomas (CCAA) y los de los Ayuntamientos. El 28 de mayo de 2015 el Ministerio de Hacienda dio a las CCAA un total de 2.962,6 millones de euros con cargo al Fondo de Financiación de las Comunidades Autónomas para 2015. De esa cantidad, 954 millones de euros eran para pago de facturas pendientes. En lo que se llevaba de año las CCAA habían recibido 14.105 millones de euros, de los que 5.695 eran para el pago a sus proveedores. Por otra parte, las familias que perdieron pierden su capacidad de pago pudieron tener cobijo donde las Entidades locales asumieron esta función haciendo uso de una parte de esa financiación.

El número de los Ayuntamientos en España es de 8.116. Algo más de la mitad están endeudados y estos, en general, son grandes, mientras que el resto de Ayuntamientos son pequeños y suelen no tener deudas. Algunas ciudades que han crecido hasta juntarse con otras continúan manteniendo cada una sus ayuntamientos y sus pautas, con lo que se pierde la posibilidad de reducir costes, tales como unificar las líneas de transporte de personas, que sería más rápido y más barato con una sola entidad. También se podría reducir el número de concejales en los Ayuntamientos y otros costes, con lo que se podrían mejorar las prestaciones que les son propias. Así mismo, podrían mejorar si antes de optar por una acción importante, pidieran una opinión sólida. Sin embargo, hay casos en los que se han hecho obras innecesarias, tales como hacer otra carretera cuando ya se tiene una que es suficiente, o se hace un aeropuerto en el que no hay seguridad de que se vaya a utilizar debidamente.

Por otro lado, un ayuntamiento toma la decisión de no aceptar nuevos hoteles, porque consideró que ya había muchos en la ciudad y, tras unos pocos meses cambia de orientación. También se impusieron tasas a los cajeros de los bancos, simplemente para obtener ingresos pero, sin considerar que una parte la tendrán que pagar los ciudadanos y los bancos. Se hizo pagar por mantener pisos vacíos sin considerar la situación del empleo que, aunque está aumentando, aún no está en plena situación de aportar los medios necesarios para que muchas familias puedan comprarlos. Otros, para reducir el paro, aumentaron el número de empleados en el ayuntamiento, para mejorar la seguridad de sus edificios, museos y la ciudad, aunque su aportación no siempre era necesaria. En fin, con cada cambio de partido dominante puede ser que los nuevos ediles se encuentren con que los medios disponibles son insuficientes para sus deseos. Para obtenerlos buscan nuevos medios de financiación, que se espera que se queden sine día, con lo que se aumenta la aportación pero, al mismo tiempo, también crecerá el número de personas que trabajarán para recaudar los nuevos ingresos pero, al mismo tiempo, los afectados también intentan evitar las nuevas cargas que, en pocos años, apenas aportarán el coste de los recaudadores. En la España de la Europa de hoy sería muy apropiado que las ciudades colindantes se junten en una sola, que se rebaje el número de los concejales y, si un ayuntamiento considera que puede crear y gestionar una empresa debería de contar con la autorización de la instancia superior.

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