Opinión

No habrá botón de "No Me Gusta" porque lo usaríamos para acabar con Facebook

  • Mark Zuckerberg hará poco más que reinventar el emoticono
Mark Zuckerberg, CEO de Facebook. Reuters

"La gente reclamaba el botón de no me gusta desde hace años. Hoy es un día muy especial, porque es el día en el que puedo confirmar que estamos trabajando en ello", dijo Mark Zuckerberg, y todo el mundo se echó a escribir antes de escuchar la frase inmediatamente posterior y eufemísticamente contradictoria, "No queremos crear simplemente un botón de 'No Me Gusta'". Facebook confirma que habrá un botón de "no me gusta".

No hace falta explicar a estas alturas que los usuarios de Facebook señalan muy a menudo que les gustaría tener un botón de "No Me Gusta" para posicionarse ante determinadas publicaciones. Porque ¿qué se debe hacer en Facebook si uno de tus contactos anuncia la muerte de un familiar? ¿"Like"? ¿Pulgar para arriba, como diciendo que se va al cielo? 

En realidad bastaría con dejar un comentario que mostrara algo de empatía pero los internautas somos terriblemente perezosos y llevamos al éxito cualquier herramienta que prediga y/o botonice nuestras necesidades, también las necesidades expresivas. Así que eso hará Facebook. "La gente no quiere dar votos negativos sino mostrar empatía", dijo Zuckerberg.

La actitud de Zuckerberg sobre el asunto quedaba patente ya desde la pregunta que decidió responder, de un tal Sayad que escribía desde El Cairo "¿Por qué no ofreces más opciones como 'lo siento', 'interesante' o 'no me gusta'?". Así se las ponían a Felipe Segundo. De modo que Facebook va a hacer poco más que reinventar el emoticono.

Por qué no habrá botón

¿Y por qué no incluir un botón de "No Me Gusta"? Porque lo usaríamos. Lo usaríamos para señalar las empresas que nos caen mal (paguen lo que paguen por aparecer en nuestro muro) o para enfrentarnos al cuñado extremista que tiene OPINIÓN en mayúsculas y palabras gruesas sobre cualquier lance político.

Lo usaríamos sin ton ni son, o sea, como usamos el botón Me Gusta que, como los favoritos de Twitter, sirve igual para decir "te he leído", que "¡qué buena noticia!", que "estás muy guapo". Pero lo usaríamos más, porque fuera de ese mundo de cordialidad tecnológicamente impuesta que es Facebook, la gente dedica más tiempo a quejarse de lo que está mal que a aplaudir lo que está bien. Y entonces Facebook sería tan hostil como el mundo real, o peor, tan hostil como Twitter. "La gente no quiere compartir sus mejores momentos y que le den un voto negativo", decía Zuckerberg, y no le falta razón. De manera que el dichoso botón golpearía dos pilares del éxito de Facebook: el imparable crecimiento en usuarios (porque habría más enemistades, decepciones y desersiones de la red) y la publicidad (por motivos obvios). 

Facebook, que está muy bien para ver como engordan tus antiguos compañeros del instituto, está bastante peor para confrontar opiniones. Los pezones son pecado y la muerte, invisible. Si esto es bueno o malo es decisión de los usuarios. Hay que reconocerle a Zuckerberg que, efectivamente, no es fácil construir un ambiente tan acogedor como el que suele ser ofrecer el timeline de Facebook: comidas, celebraciones, filosofía barata y artículos de medios que dicen lo que tu ya piensas, un lugar seguro. Un ambiente agradable en el que poder vender. Porque no hay que olvidar que, por muy poco que gaste Mark Zuckerberg en comprarse ropa, está interesado en el dinero como cualquier hijo de vecino. Y los que le pagan son empresas que evitan instalarse en países políticamente inestables pero se encuentran muy cómodos en otros sin libertad de expresión (queda claro el paralelismo ¿no?).

En todo caso es necesario que seamos conscientes de dónde estamos y cómo funcionan las redes sociales en las que participamos. Porque en el mundo real, afortunadamente, no hay algoritmos que despejen el camino de estímulos molestos. En el mundo real siempre habrá alguien que te diga "No Me Gusta".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky