La Policía Nacional no se anda con chiquitas en la detección de móviles robados. Los agentes está comenzando a realizar registros sorpresa a los ciudadanos para comprobar si el teléfono que portan es propio o por el contrario ha sido sustraído a otra persona.
El procedimiento es sencillo: el Policía demanda a un ciudadano el móvil y el carné de identidad para detectar si la persona identificada lleva un teléfono registrado con denuncia por robo. Una práctica un tanto agresiva que pilla por sorpresa a muchos ciudadanos.